El presidente Rajoy no hará “nada” para mejorar la imagen de la Monarquía
Un día después de que el juez José Castro imputara a la infanta Cristina por su presunta conexión con el ‘caso Nóos’, el Príncipe Felipe se ha pronunciado al respecto con un mensaje que, como sucede muchas veces en las palabras provenientes de la casa real, ofrece varias lecturas.
Por un lado, ha señalado que «el ejercicio de la función jurisdiccional cobra aún mayor trascendencia en momentos complejos, como los actuales, que exigen a todos afrontar con valentía retos y desafíos y que demandan eficacia, seguridad y confianza», lo que puede interpretarse como un mensaje claro de apoyo a los jueces frente la imputación de su hermana.
De hecho, sus palabras se han producido en un contexto muy apropiado: la entrega de despachos a los nuevos 231 magistrados en L’Auditori de Barcelona.
A ellos les ha recomendado que ejerzan sus funciones con «prudencia y fortaleza» -es decir, que no se precipiten a la hora de tomar decisiones- , así como con «independencia, imparcialidad y respeto a las leyes».
CUENTA CON EL «APOYO Y AFECTO» DEL REY
Para el príncipe la justicia «se erige en la clave que permite en última instancia garantizar la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos» y ha subrayado que los miembros de la carrera judicial son merecedores de la mayor confianza, reconocimiento y el «apoyo y afecto» tanto del rey Juan Carlos como de la sociedad, y ha reiterado que les corresponde el cumplimiento leal de la función jurisdiccional e impartir justicia.
Ha reclamado también la «necesaria accesibilidad y claridad de las resoluciones judiciales que se dicten» y a los nuevos jueces presten un servicio con la calidad que merece una sociedad moderna.
Desde su punto de vista, la aspiración pasar por ofrecer un «servicio público cercano y protector de los ciudadanos, verdaderos protagonistas de una sociedad democrática, libre, culta, madura, vertebrada, en la que las instituciones velan por sus derechos y libertades».