Don Juan Carlos ha renunciado al uso y disfrute del yate real Fortuna cuya titularidad corresponde a Patrimonio Nacional, organismo que en breve iniciará los trámites para la desafectación y decidirá el nuevo uso o la venta.
El barco, que sustituyó a otro del mismo nombre, fue un regala de un grupo de 25 empresarios mallorquines a don Juan Carlos y éste lo cedió a Patrimonio Nacional que gestiona todos los bienes, propiedad del Estado, de los que hace uso la familia real.
Tanto el actual yate como el anterior han formado parte de la imagen de las vacaciones reales en los últimos años y a el han sido invitadas, entre otras, personalidades como Caarlos y Diana de Gales, los presidentes de Estados Unidos George W. Bush y Bill Clinton.
El yate Fortuna , que tiene su base en Porto Pi (Mallorca) se construyó en los astilleros de Izar en San Fernando (Cádiz); está realizado totalmente en aluminio, y cuenta con cinco camarotes dobles, más los destinados a la tripulación.