El ex alcalde de Marbella, el que fue su Cachuli, ha vuelto a traicionar a la cantante
Isabel Pantoja empieza a sentirse superada por las malas noticias que no cesan de llamar a su puerta. A la ruptura de su hijo Kiko con su, hasta ahora, novia Jessica Bueno, a la sentencia por su implicación en el «caso blanqueo» -por el que fue condenada a 24 meses de cárcel y a una multa de más de un millón de euros- se suma un nuevo disgusto.
Y escribe Mar Yuste en ‘Mar de Amores’ -la divertida sección que tiene en ‘ESD‘- que mientras esperamos el cruce de recursos contra el fallo dictado por el juez; que emprenderán tanto la Fiscalía Anticorrupción, por considerar que la sentencia es demasiado baja, como los abogados de Isabel Pantoja, para lograr su completa absolución.
Mientras la viuda de Francisco Rivera Paquirri intenta recuperar la normalidad retomando sus conciertos ante más de 1.000 personas… Llegó de nuevo Julián Muñoz.
El ex alcalde de Marbella, el que fue su Cachuli, ha vuelto a traicionar a la cantante. Una vez más, Isabel siente cómo vuelve ese arrepentimiento de antaño con el que se echa en cara el haber estado relacionada sentimentalmente con Muñoz.
En esta ocasión, más allá de supuestas bolsas de basura, de supuestas inversiones no justificadas o de presuntas mentiras que la han llevado a llegar a esta situación, Julián Muñoz ha decidido contar «ese» algo más que le quedaba en cartera.
Cierto libro
Muñoz no ha tardado mucho en rellenar unas cuantas páginas hablando de cómo fue su relación con Isabel Pantoja.
En un libro que pretende ser autobiográfico y que ha titulado «La cruda realidad», el ex marido de Mayte Zaldivar ha escrito parte de su vida.
Desde la prisión, en la que se encuentra desde que se dictó la última sentencia contra Julián el pasado 16 de abril, Muñoz ha desvelado secretos, hasta ahora desconocidos, sobre su relación con Mayte Zaldivar, su trabajo como alcalde de Marbella y sobre su noviazgo con Isabel Pantoja.
Entre ellos, menciona cómo supuestamente a Isabel le gustaba tener ciertos encuentros antes de sus conciertos o cómo Mayte, según Julián, presuntamente llegó a ejercer, o no, la prostitución.
Encuentros furtivos con Isabel antes de que se destapase su historia, largas llamadas de teléfono y cierto «encoñamiento» son las directrices que marcan los capítulos que Julián le dedica a Isabel.
Incluso, sin tapujos, desvela los vis a vis que tuvo en la cárcel con la madre de Kiko después de ser detenido como parte del caso Malaya. O aquellos permisos penitenciarios que compartió junto a Isabel antes de que su amorío se rompiese del todo.
Unos detalles por los que Isabel está armando a sus abogados. Al parecer, la abuela de Francisquito está decidida a retirar ese libro y taparle la boca a Julián. Estaría preparando la demanda contra su ex pareja por intromisión a la intimidad.
Una denuncia que incluirá al otro escritor del libro, Miguel Ángel Ordóñez, y a la editorial.
La ex pareja inicia una nueva guerra que les llevará a encontrarse otra vez en los juzgados.