Demuestre que, por encima de los fallos de su gestión, usted es capaz de dar la cara
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha sumado a las disculpas públicas que este miércoles pidió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a la infanta Cristina por el error en el informe de la Agencia Tributaria que aludía unas ventas de fincas a la hija del Rajoy por importe de más de 1,4 millones de euros.
El líder del Ejecutivo se ha remitido en todo momento a la versión oficial dada por el titular de Hacienda y ha asegurado que tratarán de «averiguar» el origen y los culpables del «error«.
No obstante, Rajoy ha aprovechado la comparecencia de este jueves tras su reunión con el líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, para defender a los funcionarios de la Agencia Tributaria por su trabajo «duro«, «complejo» y «eficiente» a favor de los «intereses del conjunto de los españoles».
«Podrá equivocarse o no, pero desde en luego es en pocas oportunidades», ha añadido antes de asegurar que, de momento, «no va a echar la culpa a nadie»:
«No lo tengo claro ni lo sé».
«Me remito a las declaraciones del ministro, sobre todo en aquella parte que pide disculpas a la infanta Cristina».
El ministro Cristobal Montoro rompió con su silencio el pasado miércoles, tras la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.
Después de seis días esquivando a la prensa -este martes fue descarado en el Senado-, y después de que la oposición lo utilizara este miércoles como arma arrojadiza en la sesión de control al Gobierno, Montoro ha decidido colocarse ante las cámaras y explicar en persona el comunicado oficial remitido por su departamento.
Los argumentos son los mismo, pero en esta ocasión explicados por el máximo responsable: «se trata de un error administrativo que no tendrá consecuencias en el procedimiento judicial», ha advertido Montoro en la breve comparecencia que ha tenido lugar este miércoles en el Congreso de los Diputados, donde también ha aprovechado para pedir disculpas públicas a la Casa del Rey.
Según el ministro, ya hay abierta una línea de investigación para esclarecer los hechos y en cuanto se tengan las conclusiones se darán a conocer. Por el momento, ha insistido en que no puede adelantar más datos más allá de lo dicho oficialmente por su departamento, y ha intentado minimizar el escándalo insistiendo en reiteradas ocasiones en que se ha tratado de un «desgraciado error».
«Son errores administrativos que se producen», ha insistido Montoro, que sí ha reconocido que unos «son más importantes y tienen más trascendencia que otros», pero que no por ello hay que poner en duda de que «nuestra Agencia Tributaria es de las mejores del mundo».
Ha pedido a los españoles que «no vean fantasmas volando» y a la oposición que no «haga uso político» de ello.
«Hay que reconocer el valor de este trabajo y no mezclarlo con descalificaciones que no tienen sentido», ha pedido Montoro, que ha querido también aprovechar esta intervención para quejarse de la «acumulación de datos» y recurrir a ello como posible causa del «error«.
En cualquier caso, el titular de Hacienda ha asegurado que «existe el encargo de que no se vuelva a repetir».
La polémica irrumpe en el Hemiciclo
Palabras que pronunciaba pocos minutos después de que la polémica irrumpiera como un torbellino en la sesión de control al Gobierno de este miércoles.
Era evidente que se producirían referencias al respecto, y así ha sido. El primer golpe de la mañana lo recibía de mano de la socialista Carmen Sánchez Díez, que le ha recordado al ministro que está «en el punto de mira» a raíz de los errores del informe enviado al juez José Castro que instruye las diligencias del Instituto Nóos».
«Demuestre que, por encima de los fallos de su gestión, usted es capaz de dar la cara».
Y visiblemente enfadado, Montoro entró al trapo:
«Le felicito por la brillante intervención que acaba de tener. Pasará a los anales».
No desaprovechó la oportunidad de espetar a sus rivales que no «vean política donde no la hay».