¡Más madera! Y más audiencia, porque el público español se pierde por estos espectáculos y ya le da igual que sean espontáneos o simples montajes.Milá Ximénez salió por piernas del plató de Sálvame deluxe cuando Miriam Sánchez, con firmeza, le preguntó si sus problemas de pronunciación tenían que ver con los gin tonics.
La reacción de Ximénez fue inmediata, levantándose y tomando las de Villadiego por más que Terelu Campos -ojito al hecho de que hubiese compartido pareja con la entrevistada, lo que generó algunas tensiones- intentase detenerla y recriminase a la exactriz porno y expareja de Pipi Estrada sus palabras.
Una recriminación que a Sánchez le entró por un oído y le salió por el otro, ya que, según ella, Ximénez tampoco había tenido inconveniente de decir en un programa que su hija se arrepentiría de tener una madre como ella.
Mientras que el resto de la jauría bramaba contra Sánchez, ésta, muy tranquila, les dejaba muy claras las cosas:
«Por mi hija no mato, como la otra, pero no voy a respetar a esta tía».
Y mientras Lydia Lozano se desgañitaba alegando que Ximénez sólo daba «su opinión».
Claro que a la periodista, cuando dan «su opinión» sobre su marido, Charly, no le hace tanta gracia.