También hurga el diario de Pedrojota en la vida y milagros de Jordi González, de quien dice que cobraba 20.000 euros por programa
Faltó este sábado 7 de septiembre de 2013, por primera vez en mucho tiempo, a su cita con los espectadores y muchos le habrán echado en falta.
Jordi González, conductor durante años de ‘la Noria’ de Telecinco y después de ‘El Gran Debate’, ni se habrá preocupado probablemente de ver que se emitía a partir de las diez de la noche en la spantallas de televisión españolas.
A la hora en que su programa desaparecía y sólo restaba como foro de discusión polítca y social el montado por ‘La Sexta Noche‘ -ahora ya desde los estudios de Antena 3 en Alcobendas- el periodista catalán disfrutaba de los palceres mundanos en Miami.
Desde que comenzase la andadura de La Noria en 2007, Jordi siempre había acudido a la cita, con puntuales y escasas excepciones, vinculadas siempre a cortas vacaciones.
Se ha quitado de en medio un tiempo. hay quien sostiene que su programa -primero como ‘La Noria‘ y después rebautizado ‘El Gran Debate’– nunca se recuperó del todo de la polémica entrevista con la madre del Cuco en noviembre de 2011, que empujo a más de veinte anunciantes retiraran la publicidad ante el clamor social y la presión de internautas furibundos.
Afirma ‘El Mundo’, tirando de imaginación y sin citar fuentes precisas, que ha influido mucho en todo lo ocurrido que los anunciantes no confiaban ya en Jordi González.
También hurga el diario de Pedrojota en la vida y milagros de Jordi González, de quien dice que cobraba 20.000 euros por programa, un sueldo «considerable pero menor al de otras caras de la cadena de Fuencarral».
Propietario de un piso en Madrid y otro en Barcelona, -además de apartamentos de ‘soltero‘ en Miami y Río de Janeiro- González goza una posición económica bastante relajada, gracias -entre otras cosas- a la indemnización que cobró en 2004 de TVE, cifrada en 2,4 millones de euros.
A la espera de que en enero pueda ponerse al frente de un nuevo proyecto, Jordi González mantiene su pasión por la colección de relojes y sus dos perros. Es un tipo discreto y poco más se sabe de él, salvo que mantuvo una relación sentimental con el showman Enric Escudé.
