Fernando Llorente regresa a España. Lo hace para jugar vestido de ‘bianconero’ con la toda poderosa Juventus de Turín, una ‘vecchia signora‘ venida a menos, pero con orgullo de campeón que, este 23 de octubre de 2013, en el Bernabéu, amenaza con resurgir de sus cenizas para arrebatar al Real Madrid el cetro de líder en el grupo B de la Liga de Campeones.
La titularidad del ‘Rey León’ no está asegurada. El cariño del público del coliseo blanco, sí.
La afición merengue lo tiene en alta estima pese a que nunca portó la camiseta que hoy lucen los Cristiano, Isco, Ramos y compañía. Aunque pudo hacerlo.
En dos ocasiones. No lo decimos nosotros (aunque ya se informó al respecto), sino que lo reconoce él mismo.
En una entrevista concedida de manera conjunta al diario AS y al diario Marca, el riojano admite que el Real Madrid trató de hacerse con sus servicios en dos periodos distintos.
«La última, cuando me quedaba un año de contrato, en el año bueno de la UEFA«, comenta el delantero en referencia a la campaña 2011-2012, curso en el que el ariete fue la referencia de un Athletic brillante que eliminó al Manchester United de la Europa League y que llegó a la final para perderla contra el Atlético.
Era el tiempo en el que no se sabía si Higuaín se quedaría o no en la capital. De ahí que los blancos activasen el plan para buscar recambio. Fernando era uno de los elegidos, pero Mourinho convenció al Pipa y Llorente se quedó en Bilbao un año más.
El año de su tortura con Bielsa y la directiva rojiblanca. Entre unos y otros forzaron que se pasara la temporada pasada en blanco. Menos mal que llegó la Juve.
«Cuando quedaba menos tiempo [a finales de 2012], el Madrid no estaba y apareció la Juve y medio más confianza».
La anterior ocasión en la que el Real Madrid trató de ficharlo fue a finales de la temporada 2010-2011, donde, tras un gran Mundial, Llorente se convirtió en objeto de deseo de Barça y Real Madrid.
En el caso de los culés, el nuevo sistema de Guardiola (jugar con falso nueve) frenó su llegada. En el caso de los blancos, la segunda oportunidad que Mourinho (con el apoyo de Florentino Pérez) quiso conceder a un Benzema que el curso siguiente, en la Liga de los récords, bordó su mejor temporada como ariete blanco.
