Un breve diálogo con la ocupante del asiento contiguo puso el 'despiste' al descubierto
Lamenda Kingdon, una mujer británica de 62 años, descubrió en pleno vuelo que no se dirigía a la ciudad española de Granada, sino a la isla caribeña del mismo nombre. Una confusión al reservar los billetes (se pronuncian prácticamente igual en inglés) que dio pie a un viaje rocambolesco, que recoge el diario ‘Daily Mail‘.
La señora Kingdon había almorzado y disfrutaba de un gin tonic, cuenta este diario, cuando un breve diálogo con la ocupante del asiento contiguo puso el error al descubierto. Al comentar que estaba deseando visitar España y recorrer la Alhambra, la otra mujer le advirtió de que se encontraba en el vuelo equivocado y avisó a una azafata.
A PRIMERA CLASE Y CHAMPÁN
La compañía movió ficha rápida. Trasladó a la señora Kingdon a primera clase, le ofreció champán y, en cuanto aterrizaron en Santa Lucía, en la isla de Granada, ubicaron a la sorprendida pasajera en el primer vuelo de regreso a Gatwick, en Londres, de donde había partido. Le pagaron la noche en un hotel y al día siguiente la embarcaron en un vuelo a Málaga.
La protagonista del extraño periplo asegura que no está molesta y sí, en cambio, encantada con el trato de la compañía, que ha restituido los puntos que había gastado la mujer en un viaje de 10 horas, frente a las 2 necesarias para volar de Londres al sur de España. Con un extra de puntos para que pueda poner rumbo a su próximo destino: Nueva Zelanda.
La historia de la señora Kingdon todavía incluye un capítulo adicional. Y triste: este afán viajero forma parte de una lista de cosas que hacer antes que morir. Diagnosticada de doble cáncer, de pulmón y cerebral, y con su marido fallecido, ha decidido cumplir sus sueños pendientes.