El joven replicó al agente de la Policía que se limitaba a desayunar
Un joven de la localidad barcelonesa de Sabadell, Iván González, fue multado el pasado mes de agosto por «conducción temeraria» por estar comiendo un cruasán mientras circulaba en bicicleta por las calles del municipio.
Eran las 9.15 de la mañana y González se dirigía a su puesto de trabajo. De camino, decidió comer un croissant para desayunar y comerlo mientras pedaleaba. Cuando degustaba el bollo, un agente de la Policía Municipal le indicó que se detuviera, le pidió la documentación y le explicó que estaba circulando sin manos.
El joven replicó que se limitaba a desayunar y que no había nadie más en la vía a esa hora, según su propio relato.
El agente le impuso una multa de 100 euros por «conducción temeraria», sanción que González va a recurrir. «No lo vi nada lógico. Me pareció muy surrealista», resume lo ocurrido.