Es sin duda una leyenda urbana aunque no evita que, o bien por histeria colectiva o a modo de sugestión, a más de uno le haya dado por suicidarse tras contemplar el enigmático rostro de la joven en cuestión.
Cuenta la historia que la adolescente decidió matarse un aciago día en Japón, aunque antes se tomó la molestia de escanear su imagen colgándola en las redes sociales.
EMBRUJADA
En Corea la historia de que la joven está maldita y que todo aquel que ose mirarla más de 5 minutos se quita la vida sí o sí, ha corrido como la pólvora durante los últimos meses, y más de un centenar de jóvenes ha hecho lo propio ante el espanto general.
Hay muchos mensajes recorriendo los foros coreanos y el tema ya ha saltado fronteras. Se afirma que el ‘espectador’ se ve inmerso en los ojos azules de la chica,
«donde puede detectarse una pista de odio y tristeza. la pintura cambia, conforme la ves parece como que una sonrisa burlona aparece en los labios de la chica o que un anillo oscuro crece alrededor de su rostro o de sus ojos…»
Sea como fuere no es la primera vez que alguien ‘embruja’ al personal. Baste recordar sin ir más lejos la canción ‘Gloomy Sunday’ (canción escrita por el pianista y compositor autodidacta húngaro Rezső Seress en 1933 que según la leyenda urbana provoco un gran número de suicidios).