"Era como me lo había imaginado, quizá con un sentido del humor más espontáneo de lo que pensaba"
El cirujano Miguel Cabanela, el facultativo español afincado en Estados Unidos, encargado de dirigir la última operación del Rey, ha revelado algunas anécdotas del monarca, y asegura que «queda Rey para rato».
Cabanela cuenta a ‘El País‘ que don Juan Carlos está ahora mucho más relajado que hace dos meses, hasta el punto de que un día antes de volver al quirófano, el Rey se manchó la frente de Betadine, se puso esparadrapo en la nariz e hizo creer a los médicos de Zarzuela que se había caído… «Y los médicos consternados hasta que el Rey, claro, rompió a reír».
El agobio del Rey
«El Rey estaba agobiado», apunta el cirujano. «¿Cómo estaría usted si le han hecho seis operaciones en dos años y la última ha tenido una complicación grave y cree que va a tener que operarse no una sino dos veces? Una infección de cadera es una cosa muy seria, la complicación más grave, la más devastadora de una protésis de cadera».
Preguntado por la mala suerte de la infección asegura que claro que es mala suerte. «Qué podría haberse evitado? Probablemente, pero como decía Kierkegaard, la vida solo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero ha de ser vivida mirando hacia delante».
Cuenta Cabanela que el Rey era «como me lo había imaginado, quizá con un sentido del humor más espontáneo de lo que pensaba..». Y pasada la operación, está convencido de que «no tendrá secuelas… Creo que va a poder caminar normalmente, sin cojear, o con una cojera levísima. Está en buena forma física, no tiene hipertensión, no tiene problema cardiácos… Tiene cuerda para rato».
Y también en el capítulo de anécdotas, Cabanela afirma que la Reina le dijo que «le había hecho mucha gracia el ‘No sé lo que hace un Rey'».
