"Era peculiar y excéntrico de muchas formas, y siempre se mantuvo fiel a sí mismo actuando en base a sus convicciones"
Jack MacDonald, un anciano estadounidense que falleció en septiembre a los 98 años, ha donado su fortuna, valorada en 187,6 millones de dólares (más de 138 millones de euros), a organizaciones de caridad e instituciones, después de mantener durante toda su vida en secreto que era rico.
El anciano ha dejado su fortuna al hospital infantil de Seattle, a la facultad de Derecho de la Universidad de Washington y al Ejército de Salvación. La familia de MacDonald ha asegurado que poca gente fuera de su círculo más cercano conocía su riqueza.
«Nuestra familia ha vivido con el ‘secreto’ de la generosa fortuna de Jack durante más de 40 años, a la vez que se ha sorprendido por su modo de vida frugal y su modesta actitud», ha asegurado su hijastra, Rege Dennis, según ha informado la cadena estadounidense ‘ABC News‘.
«Era peculiar y excéntrico de muchas formas, y siempre se mantuvo fiel a sí mismo actuando en base a sus convicciones para hacer el mayor bien con su riqueza».
MacDonald, que trabajó como fiscal durante tres décadas, fue capaz de amasar una fortuna invirtiendo el dinero que había heredado de su familia. No tuvo hijos biológicos con su esposa, con la que se casó en 1971 y que falleció en 1999.
«COLECCIONABA CUPONES»
El presidente de la Fundación del Hospital Infantil de Seattle, Doug Picha, que conoció a MacDonald durante 30 años, ha asegurado que pese a su fortuna el hombre vivía en un modesto apartamento de un dormitorio y que nunca hizo alarde de su riqueza.
«Quiero decir, le encantaba una buena oferta, coleccionaba cupones
y quizás su camisa estaba un poco andrajosa», ha afirmado Picha. «Era correcto y de la vieja escuela, pero muy tímido», ha asegurado.
Según han relatado los que le conocían, MacDonald solía visitar numerosas tiendas para aprovechar sus ofertas, y una vez compró tantas latas de zumo de naranja congelado que tuvo que encontrar un congelador adicionar para poder almacenarlas.
LA DONACION
La madre de MacDonald fue voluntaria en el Hospital Infantil de Seattle y después de su muerte se involucró con diferentes actos del centro durante años. Además, se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Washington.
La donación de más de 138 millones de euros se realizará a través de un fideicomiso. Las tres organizaciones recibirán una parte de los ingresos obtenidos, repartido en un 40 por ciento para el hospital y un 30 por ciento para becas universitarias.
Por su parte, la División Noroeste del Ejército de Salvación recibirá una parte de los ingresos del fideicomiso o bien un pago de 2,8 millones de dólares (más de 2 millones de euros) el primer año.