No se le ve la piel de la mugre acumulada y de las escamas que le han salido
A los 20 años, sin razón aparente y para sorpresa de todos, decidió ‘pasar’ para siempre del agua y el jabón.
Ahora tiene 80 años y ha cumplido a rajatabla su decisión, aunque ello le cueste que no se le vea casi la piel de la mugre acumulada, y que le hayan salido escamas como a un reptil.
Vive solo en una pequeña casa improvisada de ladrillos, en las afueras del pueblo de Dezhgah, en la provincia de Fars Dehram, en Irán, y a su decir está más feliz que unas castañuelas, ya que no tiene ninguna enfermedad.
FUMA COMO UN COSACO
La agencia de noticias iraní ‘Irna‘ da cuenta además de que el pobre hombre se alimenta de animales en descomposición y que, para colmo, se pasa el día fumando estiércol en una enorme pipa construida con restos de cañería. Y ¡ojo!, si no encuentra el abono deseado se fuma…sus propias heces. Tal como suena. Sin ascos ni aspavientos.
Si consigue cigarrillos, eso sí, se los fuma de a cuatro, a la vez. Las horas del día las pasa tumbado en un hoyo en la tierra y, si hace mucho frío, se pone un extraño casco en la cabeza.
Se ha ganado a conciencia ser conocido como el hombre más sucio del mundo.