Al ciudadano sueco casi le da un infarto cuando la enfermera le trajo el diario a la cama, y leyó su propia esquela. Lo había publicado la ‘despistada’ de su hermana, según da cuenta ‘Gawker‘.
Sven-Olof Svensson, de 81 años, ingresó en el hospital en Nochebuena porque no se encontraba bien. Ese mismo día, su hermana, de 90 años, habló con los médicos y creyó entender que Svensson había muerto.
Ella misma escribió la esquela de su hermano menor, que se publicó la víspera de Año Nuevo en el rotativo ‘Jönköpings-Posten‘.
Sin embargo, un amigo de Svensson que fue al hospital para recoger las cosas del ‘difunto’ lo encontró muy vivo.