En la ciudad rusa de Barnaúl, en la región siberiana de Altái, se aburren al parecer a muerte y a los vecinos les da a veces por hacer csas absurdas. Y todo por salir de la rutina.
A uno de ellos, durante estas últimas horas, se le ha ocurrido subirse al tejado de un edificio de cinco pisos, para lanzarse al vacío dando un salto mortal y caer encima de un montículo de nieve, que amortiza el golpe.
Para que el ejercicio sea todavía más ‘interesante’, antes de saltar se prende fuego. A pesar de que la nieve hace de colchón, no hace falta decir que esta ‘diversión’ es muy peligrosa.