Una mujer de 25 años, de Kansas, EEUU, lleva un rebote de cuidado. Y no es para menos: desde octubre del pasado año su jefe de 47 se ha puesto morado viéndola en todas las situaciones posibles, desde en el cuarto de baño, en la ducha misma y en el dormitorio, tras haber colocado 11 cámaras ocultas en los detectores de humo de su apartamento.
Según da cuenta ‘Time‘, el voyeur es también su casero, y se las arregló para colocar los arfectactos cuando le hizo unas reparaciones aprovechando que estaba de vacaciones.
LE RECHAZÓ
La mujer, al parecer, había rechazado sus proposiciones sexuales, y no vio quizás mejor manera para desquitarse de sus ‘apetitos frustrados’.
Fue el novio de la espiada quien se dio cuenta del montaje por mera casualidad.
La afectada ha decidido mudarse a otra vivienda, aunque el casero no ha sido detenido de momento.