Elisany da Cruz Silva pasa de largo los dos metros de altura, pero eso no ha impedido a esta adolescente brasileña, la mujer más alta del mundo, perder de vista desde hace meses a su novio, con quien va ahora a casarse.
Francinaldo da Silva Carvalho, mide unos 40 centímetros menos, y está locamente enanmorado.
«Le dije muchas veces que no me proponga matrimonio porque contestaría que no», cuenta Elisany, que trabaja como modelo.
SE ARRODILLÓ
Sin embargo, aceptó cuando él se arrodilló ante ella durante un paseo por la playa y le regaló un anillo. «Estaba tan nerviosa al verlo», cuenta la joven, que dice que lo que más le gusta de su prometido es cómo la trata a ella y a la gente en general.
Su novio no tiene ningún problema por tener una novia más alta que él. «La vi desde lejos (…) y pensé: ‘Necesito estar con esta chica'», cuenta Francinaldo.
La boda no se celebrará pronto pese a que Elisany ya tiene el vestido preparado, ya que la pareja necesita ahorrar dinero para la ceremonia.
Pero Elisany tiene muchas ganas de ser madre cuanto antes, aunque tiene 18 años: tiene miedo de que el tumor de hipófisis que tuvo y que fue la razón de su gigantismo pueda afectar a su fertilidad.