Cuenta CNN que los primeros problemas de Jonathon Walters comenzaron durante la etapa escolar. Víctima de las bromas y los insultos de sus compañeros, su aspecto físico le condenó a dejarlo todo demasiado pronto, algo que su padre ya le advirtió que le ocurriría si no era capaz de enfrentarse a su verdadero problema: Su sobrepeso.
Fue precisamente la muerte de su progenitor lo que desencadenó todo el proceso que le ha convertido en un hombre nuevo.
SALIR DEL POZO
Porque si al principio fue la caída en la depresión, la comida y los kilos de más. El recuerdo y el amor de su padre fueron suficientes para rescatarle de ese pozo de abandono en el que se había sumergido.
Así que se puso en manos de un médico especialista. En aquel momento, Walters pesaba 226 kilos, tenía la presión arterial y el colesterol por las nubes y el nivel de sus transaminasas en sangre era también excesivo.
Nada más terminar la consulta comenzó a realizar ejercicios. Como él mismo relata,
«apenas podía caminar sin que me quedara sin aliento. Cada vez que salía a caminar, podía sentir dolor en mis piernas y pies. Me dolía mucho continuar, pero sabía que sería temporal y que darme por vencido sería algo permanente.»
A los pocos meses y tras perder 22 kilos cambió el paso tranquilo por la carrera. Ahora alterna esta disciplina con gimnasio y pesas, además de haber cambiado totalmente su dieta alimenticia, bajando el consumo de calorías, comiendo más vegetales y frutas e incrementando el consumo de proteínas. También eliminó las comidas fritas y las comidas gaseosas.
Ahora, Jonathon Walters, es un hombre feliz que se acepta como es. Mide 1,90 cm de altura y ha logrado rebajar su peso hasta los 122 kilos.
Pero aún no ha logrado su meta. Se ha fijado el objetivo de adelgazar otros 18 kilos de peso, aunque quiere hacerlo de forma más pausada y lenta.
Quiere que su experiencia se conocida por otras personas que estén en su misma situación y para ello ha abierto una página en la red social Facebook en la que relata su dura experiencia.
