Sus brazos y sus piernas están deformados y le son inútiles para desenvolverse en la vida diaria

[Vídeo] El hombre que nació con la cabeza al revés es todo un ejemplo de superación

"Se encender el televisor, responder a mi teléfono móvil, encender la radio, usar Internet... lo hago todo por mí mismo"

Para Claudio Vieira de Oliveira, de Montse Santo (Brasil) llevar a cabo tareas tan simples como cambiar de canal o comer resultan casi imposibles.

Y es que, este hombre de 37 años cuenta con varias dolencias que hacen que sus brazos y sus piernas estén gravemente deformados y le sean inútiles para desenvolverse en la vida diaria.

Sin embargo, por lo que realmente ha saltado a la fama este brasileño es por haber nacido con el cuello tan doblado hacia atrás que su cabeza queda suspendida boca abajo sobre la espalda.

CALVARIO DESDE BEBÉ

Al menos, así lo ha explicado este lunes 1 de agosto de 2014 la versión digital del diario ‘Daily Mirror‘, diario que, a su vez, señala que el calvario de Vieira comenzó desde que vino al mundo.

Ya por entonces, los médicos dijeron a su madre que, debido a sus dolencias, el pequeño no sobreviviría más que unos pocos meses.

«La gente empezó a decirme que el bebé iba a morir porque apenas podía respirar cuando nació. Algunos me decían que no le diera de comer, ya que iba a morir»,

señala la madre del brasileño en declaraciones recogidas por el periódico británico.

DURO APRENDIZAJE

Sin embargo, Vieira no falleció, y no sólo eso, sino que consiguió además aprender a llevar a cabo tareas, para él, de gran dificultad.

«Se encender el televisor, responder a mi teléfono móvil, encender la radio, usar Internet… lo hago todo por mí mismo»,

destaca.

Con todo, y debido a que no puede usar sus extremidades superiores, realiza todos estos trabajos con su boca y sus labios.

Su independencia es ahora tal que ha logrado graduarse como contable en la Universidades Estadual de Feira de Santana a base de trabajo y una inmensa voluntad. Desde entonces, se dedica -entre otras cosas- a viajar por el país contando su caso en todo tipo de conferencias.

«A lo largo de mi vida he podido adaptar mi cuerpo al mundo, no me veo a mi mismo como diferente, soy una persona normal. Una cosa que suelo decir en mis intervenciones es que no veo las cosas al revés. Es algo que siempre me preguntan. Además hoy en día es mucho más fácil tratar con el público, no tengo miedo de que me traten como alguien diferente».

 

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