Amaia Salamanca vuelve a la segunda temporada de "Velvet"

Amaia Salamanca: «»Para mí el paso más importante era formar una familia y ya lo he hecho, la boda es algo secundario»

Amaia Salamanca: ""Para mí el paso más importante era formar una familia y ya lo he hecho, la boda es algo secundario"
Amaia Salamanca vuelve con la segunda temporada de Velvet EUROPA PRESS

Amaia Salamanca vuelve a la segunda temporada de «Velvet» tras ser madre dentro y fuera de la pantalla. Tras disfrutar de las vacaciones en familia y con la figura totalmente recuperada, la actriz seguirá siendo la mala de las galerías «Velvet», un trabajo que le permite entregarse a su papel de madre con la pequeña Olivia, de seis meses. La pareja formada por la actriz y el empresario Rosauro Varo se encuentra en uno de sus mejores momentos, disfrutando de su etapa como padres primerizos y sin pensar en boda.

– ¿Cómo va a evolucionar tu personaje esta temporada?
– El personaje de Bárbara no puede tener una evolución grande porque solo hubo dos pinceladas de ella en los últimos capítulos de la primera temporada. Fue un aperitivo de lo que podía ser ella. Entra pisando fuerte, después de haber dado a luz y queriendo enseñar a su cuñado que vivimos en un mundo de hombres en el que las historia de amor no son tan bonitas como en los cuentos. Que seguramente su marido esté con otra y que tiene que aceptarlo.

– Le gusta meter cizaña…

– Sí, le gusta picar e indagar en todo lo que sucede a su alrededor, indagando mucho. Intenta hacerle abrir los ojos a su cuñada, eso hace que no se de cuenta de lo que está pasando en su propio matrimonio. Según pasa el tiempo empieza a ver cosas raras, es muy pícara y ha vivido mucho.

– Te han presentado como la mala de la serie…

– No soy mala (ríe). No creo que sea mala, sino que ella ha vivido así desde pequeña. Ha sido una persona de clase alta que lo ha tenido todo, siempre ha dicho lo que se le pasa por la cabeza sin pensar que eso puede hacer daño o molestar.

– Siempre te hemos visto de chica buena e idílica, ¿Te divierta ser la mala?
– Sí, sin duda. Cuando haces personajes principales llevas el peso del romanticismo, de la relación que nunca cuaja. En este caso es un personaje con mucho desparpajo, lo estoy disfrutando mucho.

– ¿Qué tiene de ti este personaje?
– Espero que no mucho (ríe). Me parezco a Bárbara en que soy muy observada y siempre estoy mirando todo lo que sucede a mi alrededor. Tengo alguna frase sarcástica también.

– ¿Sueles decir aquello que te pasa por la cabeza?
– Sí, soy una persona que cuando me pasa algo se me nota enseguida, en eso soy malísima actriz.

– ¿Al final de la temporada llegaremos a pensar que eres buena?
– No lo sé, se va a ver que ella pese a que parece ser muy liberal también lo pasa mal y que tiene corazón.

– En la primera temporada tanto tú como tu personaje estabais embarazas, ¿Qué tal ves ahora el vestuario?
– Estoy más cómoda con diez kilos menos y los tacones se agradecen. Cuando estaba embaraza me encantó, me daba igual no estar guapa o favorecida. Ahora llevo vestidos más pegados, es distinto.

– Cambias mucho con la peluca, ¿Te gusta verte?
– No es que me guste, pero es el que el personaje es así. El peinado es de la época y los sujetadores en cono, ahora mismo es algo que no te planteas. En los años cincuenta era así. Estoy agradecida de que los productores confíen en mí como para cambiarme el look que tengo, siempre he sido rubia.

– ¿Te está siendo fácil compaginar la maternidad con el trabajo?
– Sí, al ser un personaje secundario me es fácil compaginar el trabajo con la maternidad. No estoy todos los días rodando, me puedo permitir mi vida profesional y mi vida doméstica en casa.

– Empezasteis a rodar en agosto, ¿Te ha costado engancharte a la rutina?
– No, he pasado todo el verano descansando y disfrutando de mi familia. Siempre me ha gustado mucho mi trabajo y no ha sido duro para nada.

– ¿Estáis muy cambiados tú y Miguel Ángel?
– Hemos madurado. Han pasado seis años desde «Sin tetas», nuestras vidas han ido por sitios distintos, volver a verle y coincidir con él ha sido un placer.

– ¿Tienes algún otro proyecto?
– De momento estoy con «Velvet», empezamos en agosto y creo que estaremos como mínimo hasta febrero. Siempre estoy con los brazos abiertos para lo que pueda llegar, pero soy consciente de que además del trabajo también me apetece tener mi vida en casa.

– Tu prioridad será pasar más tiempo en casa…

– Estoy muy involucrada en la serie pero también estoy disfrutando de la personita muy pequeña que tengo en casa.

– ¿Qué es para ti «Velvet»?
– Ha sido un regalo el poder trabajar como embarazada. Es complicado disimular que tienes una barriga, me dieron la oportunidad de adaptar un personaje que estaba embarazado y volver una vez he dado a luz. Como actriz cuando eres madre siempre piensas que igual van a tardar tiempo en llamarte, son paranoias. Gracias a esta oportunidad he podido volver a la segunda temporada y seguir trabajando. No estoy en el primer capítulo porque hacía dos semanas que había sido madre.

– Diste a luz pero en televisión seguías embarazada…

– Era rarísimo haber dado a luz pero seguir viéndome embarazada en la televisión.

– Te vemos totalmente recuperada, ¿Haces alguna rutina de ejercicio?
– Creo que siempre he tenido esa facilidad. Toda mi vida he hecho deporte pero no he hecho nada especial. Me voy al retiro a correr con el carrito.

– ¿En qué te ha cambiado la vida la maternidad?
– Ser madre te cambia la vida en muchos aspectos, ya no puedes trabajar e irte a dónde sea, hay otra persona que depende de ti. Al hacer algo sin pensarlo tienes que tener más cabeza y pensar que hay alguien que depende de ti.

– Hay jornada de rodaje muy largas, ¿Te llevas a tu hija contigo?
– No, me gusta separar mi vida laboral de la personal. La profesión va por un lado y mi vida personal por otro.

– Te toca cambiar pañales dentro y fuera de la pantalla…

– En la serie mi personaje no le hace ningún tipo de caso a su hija, es Cristina la que está encantada con su sobrina.

– Siempre has dicho que soñabas con tener una familia numerosa, ¿Tardas en ir a por el segundo?
– No sé cuándo vendrá el segundo, ahora estoy muy contenta con el momento que estoy viviendo.

– ¿No tenéis planes de boda?
– Estoy muy contenta como estoy, para mí el paso más importante era formar una familia y ya lo he hecho, la boda es algo secundario.

– Dijiste que al verte en la pantalla te notabas más mayor…

– Se me entendió mal, no era que me viese vieja, sino que me veo más adulta. Ya no soy la niña que iba al colegio o que empezó a trabajar con veinte años. Tengo una hija y el tiempo va pasando.

– ¿Estás a favor de la cirugía?
– No lo sé, lo que no me gusta y creo que como actriz no te favorece el retocarte mucho, pierdes expresión y cualidades que tienes que tener. Me parece bien que cuando alguien tiene un complejo muy grande se opere. No estoy a favor de operarse a lo grande, creo que no es natural.

– Has cumplido en lo personal y en lo profesional, ¿Qué te queda por hacer?
– Espero que me queden muchísimas cosas por hacer. Estoy muy contenta con todo lo que está sucediendo, pero creo que me quedan por hacer muchos personajes, más cine y teatro. Todavía me queda mucha evolución.

– ¿Qué papel no te han dado y te gustaría hacer?
– Muchísimas cosas. Desde cosas de acción, que aquí en España no se hacen tantas, hasta personajes de acción.

– Si te tocase engordar veinte kilos para un personaje, ¿Lo harías?
– Sí, lo haría. No digo que me encantaría hacer de gorda, sino que no me importaría cambiar mi aspecto físico siempre que el personaje lo necesitase.

– Estamos en las galerías «Velvet», ¿Qué tal se te da coser?
– Coser se me da igual de bien que cocinar (ríe). Puedo coser y freír un huevo también, pero no sé hacer unas lentejas.

– ¿Cuál es tu especialidad en la cocina?
– La leche con galletas (ríe).

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído