LAS MEJORES ANÉCDOTAS

El número de la Casa Real, el premio más emotivo y la novia talismán

Como cada año, el Sorteo Extraordinario de Navidad ha repartido suerte, alegría y mucha emoción y no han faltado historias tiernas, curiosas y otras que hacen honor al famoso spot televisivo

El número de la Casa Real, el premio más emotivo y la novia talismán
Lotería.

Como cada año, el tradicional Sorteo Extraordinario de Navidad se saldó con un buen ramillete de emotivas anécdotas que vinieron a respaldar el no menos emotivo spot publicitario que encogió el corazón del respetable en el bar de Antonio y Manuel.

Sin ir más lejos, este lunes una residencia de ancianos de León se llevó seis millones de euros en el sorteo de Lotería de Navidad. El número 07.617, agraciado con uno de los dos cuartos premios dotados con 200.000 euros a la serie (20.000 euros al décimo), dejó 6 millones de euros en una residencia de ancianos de León.

Según confirmó Loli Martínez, hermana de la titular de la administración número 17 ubicada en el número 25 de la calle General Sanjurjo, en Armunia (León), se vendieron treinta series del 07.617, que fueron adquiridas íntegramente por una residencia de ancianos de la localidad.

Este número se ha vendido además en Cuenca, Bilbao, Ourense, San Sebastián, Palma de Mallorca, El Ejido (Almería), La Pobla de Vallbona (Valencia), Abanto y Ciervana (Vizcaya), Alicante, Madrid, Yecla (Murcia), Baracaldo (Vizcaya) y Chiclana de la Frontera (Cádiz).

No menos curiosa es la historia de David, trabajador del Museo de Cera, que tan solo pidió «un décimo acabado en siete» y ahora ha repartido 64 millones de euros entre sus compañeros. Un décimo «acabado en 7» fue el único requisito de David al comprar en la Administración de Loterías del Estado de la calle Zurbano, una petición con la que la alegría entre todos sus compañeros.

Los empleados del Museo de Cera jalearon a las puertas del centro a su compañero, que contó a Efe que eligió ese número por ser el día 7 el cumpleaños de su novia. Por primera vez este joven era el encargado de comprar los 160 décimos de Navidad que normalmente adquiría el gerente del Museo y, según explicaron sus compañeros, a partir de ahora será David quien escoja el número que jueguen en las navidades venideras.

Los trabajadores del centro, ubicado en el Paseo de Recoletos, han ganado unos 64 millones de euros, «los únicos que se han quedado sin décimo han sido los figurines de cera», contó entre risas el portavoz del Museo, Gonzalo Presa.

También fueron agraciadas con el Gordo algunas trabajadoras del Club Financiero Génova, aledaño al Museo, que compraron un décimo en el Museo y que explicaron, mientras bebían champán, que utilizarán el dinero para «pagar deudas».

Ése no es el caso de Sara, empleada también en el Club, que dijo que parte del Gordo lo compartirá con su hermana, parada de larga duración.

Las puertas del museo permanecieron abiertas para los visitantes porque «la vida debe continuar», dijo Presa, que reconocía encontrarse un poco «frío» pese a sostener en sus manos un décimo con el 13.437, premiado con unos 400.000 euros.

David, que prefiere que no se mencione su apellido, dijo que comprará un piso con el dinero que ha ganado en la lotería de Navidad, mientras que Gonzalo quiere «pasarlo bien con la familia y amigos, nada de tapar agujeros».

La única que faltaba este lunes en el Museo de Cera era la novia de David que, sin quererlo, se ha convertido en el talismán de los trabajadores del centro.

Otra historia curiosa este lunes fue la del número 00000 que, aunque sorprenda también puede resultar premiado como sucedió en el Teatro Real, durante el sorteo de Navidad, donde una de las agraciadas con una pedrea al llevar este número aseguró que lo compró porque es «el mismo que juega la Casa Real».

A las 12.34 horas, la niña Maguette Fall y Jhon David Andía, que acababan de cantar el segundo premio, pronunciaron el número cero, del que poseía un décimo curiosamente una de las personas presentes en el Teatro Real. La agraciada, Pilar, explicó, en declaraciones a los periodistas, que tenía el boleto porque un amigo se lo había traído de Logroño, ya que, según afirmó , tienen «la broma» de que «es el mismo» que cada año juega la Casa Real.

El décimo fue adquirido en la Administración Cristina, de Logroño, y la afortunada percibirá 120 euros una cantidad que aunque pequeña le ha hecho sentirse «contenta» porque pensaba que no le iba a tocar.

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