A Liu Fei, un simpático vecino de Jiangxi, China, las serpientes le vuelven loco. Y no precisamente de miedo, sino todo lo contrario: se las mete por la nariz y la boca como si tal cosa ayudado de una dieta rica en coliflor.
Esto último lo explica asegurando que tal verdura impide, «por el olor», que los reptiles emprendan un mal camino tráquea abajo, y que opten por salir por el primer orificio que encuentran, en este caso situados en la cabeza.
Lo primero obedece a que de pequeño le mordió una serpiente venenosa cuando estaba jugando en el campo, y desde entonces son su pasión, según informa ‘Daily Mail‘.
Con su afición hace las delicias de propios y extraños, aunque hay quien huye de él como de la peste.
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Los habitantes de la localidad en que ha nacido están con él como Mateo con la guitarra:
«Es increíble lo que hace, es un hombre estupendo con esos animales tan peligrosos».
Su habilidad cosiste así en meterse los reptiles y sacarlos por diferentes lugares, a veces a pares, sin que padezca hasta el momento de sinusitis o haya perdido la sonrisa por algún disgusto.
En el vídeo, adecuado para estómagos fuertes y no para mojigatos, el buen hombre empieza por sacar una bolsa de basura blanca llena hasta el tope con serpientes deslizándose.
Mejor ver para creer…
