El empleado de McDonald’s, en Estados Unidos, tuvo su particular ‘día de furia’ tras ser despedido con cajas destempladas de un local de la empresa ubicado en St. Paul, Minneapolis.
TODO POR EL SUELO
Anduvo arriba y abajo por el lugar arrojando todo tipo de objetos al suelo, ante la atónita mirada de los clientes y la impotencia de su jefe, que se limitaba a enseñarle la puerta con el dedo.
En plan ‘Hulk’, el orondo no dejaba de chillar y de quejarse por su «mísera» indemnización, a la vez que aprovechaba para echarle en cara a su superior lo mal que le habían tratado llenándole de insultos de lo más variopinto.