Tras diez años retirado de la política, José Bono publica ahora su segundo libro de memorias, «José Bono. Diario de un ministro», una nueva entrega de su testimonio sobre la trastienda política con la que desgrana asuntos como el estatuto catalán, los atentados del 11M o el desgraciado accidente del avión Yakovlev 42 en el que murieron sesenta y dos militares.
Como escritor, el ex presidente del congreso se ha convertido en el autor de no ficción más leído en los últimos quince años. Retirado de la primera fila del poder ha vuelto a reencontrarse con su tierra refugiándose en Salobre y disfruta ahora más que nunca de sus cuatro hijos.
Tras su discreto divorcio de Ana Rodríguez no se le ha conocido ninguna nueva pareja. Sigue manteniendo una estupenda relación con su ex mujer, a la que respeta y de la que no habla, ni para bien ni para mal.
CHANCE: ¿Cómo se siente tras haberse convertido en el escritor de no ficción más leído de los últimos quince años?
JOSÉ BONO: Me ha producido alegría y satisfacción saberme el autor mas leído en libros de no ficción de los últimos quince años. A ver si a este libro de «Diario de un ministro» también le acompaña el mismo éxito.
CH: Escribir le está trayendo muchas alegrías*
JB: Me supuso mucho trabajo en su día porque era un trabajo diario: tomar notas primero, dictar en el magnetófono, pasar a ordenador, corregir errores, acomodar y reducir* He tenido que pasar más de dos mil páginas a cuatrocientas, pero me produce la satisfacción de ofrecer un libro que tiene interés, no es el típico libro que no dice nada nuevo, sino que todo lo que digo en él, además de cierto, no está publicado.
CH: ¿Qué vamos a encontrar en este segundo libro basado en sus diarios?
JB: Es una historia de hechos acompañada de la emoción del que los narra. Pongo en letra grande lo que ha sido letra pequeña de la política. Los políticos, a veces, mantenemos conversaciones esenciales que no trascienden pero son determinantes. He querido ser despiadadamente honesto para contar aquello que a mí me parece más relevante y que está inédito. He querido huir de cualquier planteamiento desposeído de seriedad pero alguna anécdota también cuento. No he buscado actualidad, sin embargo muchos aspectos están de rabiosa actualidad como por ejemplo el desafío independentista catalán. No hay mentiras, ni cuentos, ni fábulas, todo lo que está entre comillas está comprobado. En el anterior libro nadie replicó invocando ni una falsedad, veremos que ocurre con este.
CH:¿Por qué cree que la gente le tiene tanto cariño?
JB: En Castilla-La Mancha dejé de ser presidente hace once años y todavía me piden fotos cuando salgo por la calle. Es lo más satisfactorio en el ámbito personal, al margen de mi familia, que me ha pasado en la vida: sentirme querido por los ciudadanos. Eso tiene que ver con el carácter con el que nací, que me hace sentirme cercano a la gente y no me cuesta ningún esfuerzo relacionarme con mis semejantes.
CH:Eso no es algo fácil en política*
JB: Depende mucho del carácter de cada uno. No es atribuible a mérito personal, disfruto de la relación personal.
CH: Las gestiones de gobierno también le habrán acompañado en lugar de ensombrecerle*
JB: En Castilla-La Mancha fueron veintiún años y seis mayorías absolutas continuadas. Eso es un récord que no se da en ninguna otra región. Ser presidente durante tanto tiempo y que la última vez que te presentas te vote el cincuenta y ocho y medio por ciento resulta muy satisfactorio. Esa es una de las emociones que me acompañará mientras viva.
CH: ¿Qué consejos le da a las nuevas generaciones?
JB: No me atrevo a dar consejos ni a mis hijos, mucho menos a los demás. Empezando por mi partido le diré que me gustaría que el PSOE no pierda su seña de identidad: ser una izquierda moderada que pueda acoger a todos aquellos ciudadanos que aspiren a luchar por una España más justa y que se pongan de lado de los que menos tienen, sin fomentar el odio social. El PSOE es mi segunda familia y me gustaría que no radicalice sus planteamientos territoriales, que cedamos ante planteamientos nacionalistas.
CH: ¿Cree que los votantes del PSOE han entendido que el partido haya apoyado la continuidad de la monarquía?
JB: Sí, sobre todo porque aunque el PSOE no es un partido monárquico, el Rey Felipe tiene una virtud que es muy digna de ser puesta en valor. No conozco a nadie que hable mal de él, he oído críticas al resto de su familia, pero de él no he oído nada malo. Esto es una verdadera bendición para la monarquía pero sobre todo para España.
CH: Tal vez hubiesen agradecido ser preguntados, aunque hubieran votado en favor*
JB: El modo de gobierno de un país no puede ser objeto de cuestionamiento diario. Esa fue una decisión que se tomó en la Constitución de 1978. No creo que el debate principal de los españoles se sitúe actualmente entre monarquía o república.
CH: ¿Por qué ha querido dedicar este libro a las víctimas del Yacovlev?
JB: Porque creo que con ellos se ha cometido una tremenda injusticia. Les he dedicado este libro como un homenaje a sus vidas de militares, como un recuerdo a una muerte injusta. Los subieron en un avión que nunca debió haber volado. Lo hago también para denunciar a los culpables, tanto de contratar el avión como de identificar los cadáveres con falsedad. Es un reproche moral a los que no condenaron a los culpables y a los que indultaron a los que resultaron condenados.
CH: ¿Cómo es ahora su día a día?
JB: Dedico una parte importante de mi tiempo a mi hija Sofía de catorce años, soy abogado en ejercicio y tengo alguna encomienda profesional que procuro atender con la mayor diligencia. Me gusta mucho viajar a mi pueblo, Salobre, voy bastantes fines de semana y los que no voy suelo estar con mis hijos.
CH: Se divorció de manera ejemplar, su relación con Ana Rodríguez es muy buena*
JB: No he dicho ni media palabra sobre este asunto ni quiero hacerlo, es mi derecho pero también mi obligación, quiero administrar mi vida privada en la más absoluta discreción.
CH: Pero sabrá que ella está escribiendo un libro sobre su experiencia con el divorcio*
JB: Ni una palabra. No se lo tome a mal pero no diré nada.
CH: ¿Qué tipo de padre intenta ser?
JB: Creo ser lo que se conoce en términos generales como un padrazo.
CH: ¿Le hubiera gustado que alguno de ellos siguiera sus pasos?
JB: No, no deseo que ninguno de ellos se dedique a la actividad política, a mi me ha dado muchas satisfacciones pero para ellos deseo otro modo menos público.
CH: Eso confirma que el ejercicio del poder desgasta*
JB: Estoy muy satisfecho de la actividad que he realizado y volvería a realizarla: para mí entrar en política fue una opción moral en contra del franquismo y esos inicios me han condicionado toda la vida.
CH: ¿Algún reproche confesable?
JB: Probablemente la impaciencia, soy impaciente y esa impaciencia me genera a veces ansiedad y esa ansiedad puede haber producido incomodidad en la gente que tengo más cercana, a veces les someto a una presión innecesaria.
CH: Sigue hablando muy bien de Zapatero*
JB: Somos amigos, no coincidimos en todo y es algo notorio pero tengo un gran concepto personal de él, es una gran persona. Pasará a la historia como el presidente en cuyo mandato ETA dejó de matar, el mérito no es solamente suyo pero tiene gran parte en ese mérito. Hoy, desde la sexta fila de la política subrayo mi solidaridad con el gobierno del que formé parte, presidido por Zapatero, durante el que ETA dejó de matar. Quiero rendir homenaje a los aciertos, al sufrimiento y los esfuerzos del que fue mi presidente.
CH: ¿Veremos pronto un nuevo libro?
JB: Aun no me lo planteo pero la editorial ya me está hablando de ello así que empezaré pronto a poner el ordenador a punto.