‘Viajando con Chester’ acoge esta semana a Fernando Tejero y Pablo Pineda. Dos actores, queridos por el gran público y acostumbrados a pelear contra todo tipo de prejuicios, propios y ajenos: la lucha por aceptar su homosexualidad, el éxito o la soledad en el caso primero, y la guerra inabarcable del segundo por romper estigmas asociados al Síndrome de Down.
La periodista Pepa Bueno les propone esta semana un viaje para que su pelea silenciosa se vuelva ruidosa. Así, Chester se suma a ‘El club de la lucha’, título del programa de este domingo 26 de abril, que Cuatro emite a partir de las 21:30 horas.
Desde que se diera a conocer en cine con ‘Los lunes al sol’, la carrera de Fernando Tejero solo puede considerarse como meteórica. El inolvidable espetero Fermín de la comedia ‘La que se avecina’, ha saboreado el éxito en la pantalla grande y en televisión. Fernando explica que «cuando dicen que los premios no importan… No importan hasta que no te los dan. Los días que me levanto y pienso ‘soy el peor actor del mundo’, miro mi estantería y digo ‘Pues tan malo no soy'».
Sin embargo, también es consciente de que el éxito no es todo y afirma que «de repente empiezo a salir a la calle y me conoce todo el mundo. Subo a mi casa con ese marrón, con toda la casa llena de guiones y digo: ¿y a mí quién me hace feliz? Con lo que lo necesito».
Fruto de esa necesidad de felicidad, de ser amado, Fernando Tejero atravesó una profunda crisis hace un año que no sólo le llevó a protagonizar titulares en la prensa convirtiendo su homosexualidad en noticia.
También le hizo tocar fondo. Él explica que «el desamor es muy doloroso, a mí me hizo salirme del tiesto y de mis casillas, y hacer cosas que yo jamás hubiese pensado en hacerlas. En un periodo muy corto de tiempo, me pasaron cosas dolorosas. Toqué fondo y no encontraba sentido al levantarme al día siguiente».
Pablo Pineda, doble licenciado en Magisterio y Psicopedagogía, ganador de la Concha de Plata al Mejor Actor en el Festival de San Sebastián por la cinta ‘Yo, también’, escritor y presentador de televisión.
Un currículum destacado y que lo hace extraordinario por ser Síndrome de Down. Pineda explica que «la gente tiene muy asimilado que el Síndrome de Down es una enfermedad y no es verdad, pero esa idea aún cala en la sociedad».
Pablo habla de la lucha por las diferencias y por hacerlas frente, primero en el instituto y después en el amor «las chicas dicen esas típicas frases: ‘es que no quiero hacerte daño’, ‘no quiero hacerte sufrir’… eso es lapidario total. Somos muy sentimentales, nos basamos en los sentimientos. A los chicos normales les dan una segunda oportunidad, con los Down no se permiten el riesgo de probar».
