Éramos pocos, parió la Bollo y se armó la Esteban, o la Belén, o lo que sea, que a una ya le dan tantas vueltas a la cabeza que no sabe ni por dónde se anda.
Al lío: Sálvame deluxe volvió a recurrir a sus armas de seducción televisiva, a saber, estirar los chicles del enfrentamiento Chiquetete-Raquel Bollo y las cuitas de Belén Esteban, ahora con Kiko Rivera.
En lo primero, y tras años de que la Bollo llevase la voz cantante, siguen entrando nuevos protagonistas en liza. Si Chiquetete encontró en Carmen Gahona a la criptonita para pararle los pies a su ex, ésta ha creído que su reactivo es su propia madre, Dolores Dorado.
Y allí que se fueron madre e hija al Deluxe para poner verde a Chiquetete. Sin novedad en el frente, vamos.
«Mi madre está cansada de que me tache de mala madre y de mala hija», aseguraba la Bollo, muy interesada en explicar que la creadora de sus días acudía «por decisión propia».
¿Y gratis también?
En fin, la señora se dedicó a lo que tocaba: repartir unas cuantas paletadas de estiércol en una guerra enquistada donde los dos frentes ya huelen, y no precisamente a Channel del 5.
Nada, por supuesto, de que el cantante le pasase a la familia de su ex un sueldo mensual de 200.000 pesetas mientras estuvieron casados. Todo lo contrario. «Él me pedía a mi dinero para el bingo», desvelaba Dorado.
El otro pilar del programa volvió a ser, ¿adivinan?, Belén Esteban, que anda a palos con Kiko Rivera tras acusar al hijo de la Pantoja de llamar «maricón» a Jorge Javier Vázquez. Entre demanda y demanda de Paquirrín, la de San Blas encontró tiempo para ponerse mimosona con uno de sus ex, Dani DJ.
El polígrafo, por cierto, señaló que la Esteban decía la verdad, aunque unas semanas atrás dijera lo mismo cuando Víctor Sandoval -al que ponía de testigo- negó haber escuchado la palabra en boca de Kiko. ¡Más madera!
