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Carlos Moyá: «No descartamos tener un cuarto hijo»

Carlos Moyá: "No descartamos tener un cuarto hijo"
Carlos Moyá EUROPA PRESS

Aunque hace ya cinco años que Carlos Moyá se retiró del tenis profesional, la realidad es que el ex tenista sigue practicando mucho deporte y manteniendo un cuerpo envidiable.

Casado desde hace casi cuatro años con la actriz Carolina Cerezuela, juntos forman una de las parejas más estables del panorama mediático. Ambos decidieron dejar al margen sus carreras profesionales para centrarse en el cuidado de su familia.

CHANCE (CH): Cuesta creer que uses este tipo de productos, ¿Qué parte de tu cuerpo es mejorable?

CARLOS MOYÁ (C.M.): Creo que todo es mejorable, me estoy aplicando la crema y funciona. Desde hace un par de años hasta ahora noto el efecto, mi mujer también lo nota porque ella también se lo aplica.

CH: ¿Dónde te lo aplicas?

C.M.: En la barriga y los abdominales. El «six pack» no viene solo, si te tumbas toda la tarde en un sofá no te va a salir, te va a ayudar si haces otras cosas.

CH: ¿Cuál es la parte de tu cuerpo que más te gusta?

C.M.: No tengo ninguna parte favorita.

CH: ¿Y alguna que te acompleje?

C.M.: Tampoco. Estoy cómodo, acepto mi cuerpo e intento trabajarlo. Me gusta mucho hacer deporte y sentirme bien, pero lo hago para mí mismo. Sentir que puedo seguir haciendo deporte, saber que puedo coger a mis dos hijos mayores y aguantar todos sus juegos y sus carreras. Para eso me gusta estar en forma.

CH: ¿Eres coqueto?

C.M.: Normal, nada especial. Carolina tarda más en arreglarse que yo. Es normal, es mujer y es coqueta.

CH: ¿Cómo llevas el paso de los años?

C.M.: Creo que bien. Al final la edad es un número, conozco gente de treinta años que es mayor y gente de cincuenta que es joven.

CH: ¿Te parece bella la arruga?

C.M.: Sí, es una marca del paso del tiempo y hay que llevarlo dignamente. Ojalá llegue a tener muchas arrugas.

CH: A tu mujer también le saldrán…

C.M.: A Carolina no le salen arrugas (ríe), no tiene ninguna y se mantiene muy bien. Hace mucho deporte y come muy sano, tiene buena genética.

CH: ¿Ella te adentró en el mundo de los cosméticos?

C.M.: Sí, un poco sí. Veo lo que va haciendo ella para cuidarse. A los veinte años uno no tiene conciencia, pero cuando pasan los años vas viendo que el cuerpo no reacciona igual.

CH: Tu mujer ha dicho que se plantea ir a por el cuarto hijo, ¿tú qué dices?

C.M.: Ser padres es una decisión de dos, si ella lo ha afirmado es porque antes lo hemos hablado. Quiero tener más hijos pero no significa que vayamos a tener un cuarto. Ahora ella tiene tiempo para poder hacer sus proyectos, ha tenido tres cesáreas y es necesario un par de años de descanso. Nos encantan los bebés y sabemos que a los dos pequeños les quedan un par de años de bebés y después entraran en otra etapa. No descartamos tener un cuarto hijo dentro de tres o cuatro años, Carolina es joven y se cuida muchísimo.

CH: ¿Tus hijos te piden otro hermanito?

C.M.: Lo aceptarían perfectamente. Carlitos y Daniela no entienden aún las cosas, pero a Carla le hablas de todo y ya dice si sí o si no. A ella le podría hacer ilusión.

CH: ¿Alguno apunta maneras para coger la raqueta?

C.M.: No, de momento no. Carla seguro que no.

CH: ¿Te daría pena que ninguno siguiese tus pasos?

C.M.: Es muy difícil y se sufre muchísimo, pero yo he tenido la suerte de disfrutar de una carrera como la que tuve y no la cambiaría por nada del mundo. No les voy a empujar ni a hacer nada, los padres estamos para aconsejar y ayudar en caso de dudas, no para empujar.

CH: Tu mujer va a retomar su carrera, ¿crees que le va a costar?

C.M.: Creo que no. No se ha apartado totalmente de su carrera, ha ido haciendo programas de televisión que no le exigían estar en el día a día. Ha estado trabajando embarazada, pero sí que es verdad que no llevaba el mismo ritmo que llevaba antes. Es una mujer que tiene muy buena imagen, muy completa y habla muy bien. No va a tener problemas.

CH: Al igual que ella, ¿has tenido que rechazar muchos trabajos para centrarte en tus hijos?

C.M.: Sí, he rechazado muchos trabajos para centrarme en mis hijos. Cosas que van surgiendo de viajes, cosas relacionadas con el tenis que significan faltar de casa. Intentamos faltar lo inevitable. Ella ha tenido que dejar más cosas que yo, por los embarazados. Nunca ha sido ningún sacrificio, ha sido nuestra elección porque hemos querido ser unos padres que pasan mucho tiempo con sus hijos. Hemos podido hacerlo y hemos querido hacerlo así.

CH: Te compensa haber tomado esa decisión…

C.M.: Totalmente. Hemos podido hacerlo, hemos tenido la oportunidad de estar con nuestros hijos y no nos arrepentimos para nada.

CH: ¿Te gusta que vuelva a trabajar o prefieres que se quede en casa?

C.M.: Sí, ha estado ya mucho tiempo diciendo que no a muchos proyectos. Por la edad de nuestros hijos ha llegado ya el momento de que se involucre en otros proyectos. La animo en todo lo que le hace ilusión. Nuestro bebé más pequeño tiene un año y ahora está empezando a poder aceptar más proyectos, hasta este momento era muy difícil.

CH: Se os ve una pareja perfecta, ¿Hay algo que no soportes de Carolina?

C.M.: No detesto nada de ella. A veces es un poco cabezota (ríe), pero eso es lo que ha hecho que ella haya triunfado en su profesión y lo que me enamora de ella. La pareja perfecta no existe y tampoco pretendemos dar esa imagen. Somos felices el uno con el otro y tenemos tres hijos fantásticos de los que estamos muy orgullosos.

CH: ¿Sueles ceder tú más que ella?

C.M.: Sí (ríe). No pretendemos dar la imagen de pareja perfecta. Hacemos nuestra vida y ya está. Cedemos los dos y llegamos a acuerdos. Las partes positivas de Carolina opacan a alguna cosa negativa que pueda tener. Todavía no he encontrado algo negativo en Carolina.

CH: Se te ve con mucha paciencia, ¿los niños no te hacen perderla?

C.M.: A veces llega una hora del día en la que hay que respirar y contar hasta diez.

CH: Ahora que Daniela tiene un año, ¿a quién se parece más? C.M.: Creo que de pequeñitos se parecen a mí y después van cambiando y se parecen más a Carolina, eso me alegra. Prefiero que se parezcan a ella.

CH: Entre el poli bueno y el malo, ¿qué papel te toca a ti?

C.M.: Carolina es la que pega las broncas y castiga más, yo soy más el bueno (ríe). Los dos hacemos nuestro papel de padre, a veces damos y otras quitamos. Es fundamental estar compenetrados entre los dos para llevar una buena educación con nuestros hijos.

CH: ¿Cómo ves la Copa Davis desde fuera?

C.M.: Veo que están pasando muchas cosas. No es la situación ideal y creo que ha llegado el momento de que reconozcamos ciertos errores que hayamos cometido, yo el primero. Creo que debemos actuar para que entre todos creemos una solución.

CH: ¿Crees que hay machismo?

C.M.: Para nada. Ese es uno de los errores, se está llevando a punto con el que no tiene nada que ver.

CH: Se dice que se ha aprovechado la boda de Feliciano para hacer un poco de vacío…

C.M.: No, sé cómo fue todo y Feliciano pone la fecha antes de saber cuándo va a ser la copa Davis. Él no tiene ninguna culpa de lo que ha pasado.

CH: Como mallorquín, ¿cómo ves la imagen que los Duques de Palma han dado de la ciudad?

C.M.: Ahí ya no me meto (ríe). Creo que Mallorca tiene una imagen espectacular, está por encima de cualquier persona y cualquier título. He viajado mucho y he intentado llevar la bandera de Mallorca, Baleares y de España. Siendo mallorquín la imagen que se tiene de Mallorca es espectacular. Nadie la puede ensuciar y mira que han pasado cosas.

CH: ¿Pasas muchas temporadas en Palma de Mallorca?

C.M.: Estamos yendo y viniendo, estamos contentos.

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