Como embajador de Buena Voluntad de UNICEF, David Beckham ha viajado hasta Camboya para ver cómo ayudan a los niños que han sufrido abuso físico, sexual y emocional.
Desde que hace diez años se comprometió con esta organización, el ex futbolista ha usado su voz, influencia y relaciones internacionales para recaudar fondos vitales y animar a los líderes mundiales a lograr un cambio duradero y positivo para estos niños.
Desde que hace tres años anunció su retirada, el futbolista inglés dedica su tiempo a ayudar a los demás, a compartir tiempo con sus hijos y a cumplir con sus compromisos profesionales con las distintas marcas de las que suele ser imagen.
Durante años ha sido él el que no ha parado ni un minuto y su mujer Victoria la que se encargaba de los niños, pero ahora los papeles han cambiado. La ex Spice Girl está inmersa en su carrera como diseñadora y David en su familia. Juntos han formado una de las familias más conocidas internacionalmente.
Se conocieron hace veinte años cuando él despegaba en los terrenos de juego y ella comenzaba su carrera como cantante con el resto de las «chicas spices». En 1999 se casaban y tenían su primer hijo Brooklyn, que ahora tiene dieciseis años, más tarde llegó Romeo de trece, Cruz de diez y la pequeña Harper Seven que este verano cumplirá cuatro años.
