«Mi hijo no quiere recuperarse de sus adicciones, quiere esa vida», estas son las palabras resignadas con las que José Ortega Cano confirmaba a El Programa de Ana Rosa que su hijo ha vuelto a recaer en el pozo de las adicciones.
Un duro revés para toda la familia de José Fernando que ven como todos estos meses de terapia y recuperación han quedado en nada. Fue esta semana cuando supimos que el hijo de la desaparecida Rocío Jurado había abandonado el centro de rehabilitación donde se encontraba para volver a Castilblanco de los Arroyos, Sevilla.
Una localidad donde ha vuelto a juntarse con sus antiguas amistades, un círculo de relaciones muy negativas con las que ha vuelto a su anterior vida. Un pasado lleno de excesos y problemas con la justicia que le llevó a ser condenado y encarcelado por robo con violencia de un vehículo.
Su paso por la cárcel le llevó a plantearse un cambio importante en su vida. José Fernando contaba con el apoyo de los suyos por lo que decidió ingresar en el centro Betania, de Albacete, en el mes de julio. Desde ese momento su proceso de recuperación había sido impecable, salvo por un pequeño percance sufrido al caer tras haberse subido a un cubo.
José Ortega Cano no había dudado en ningún momento de la pronta recuperación de su hijo, y de que estas serían unas Navidades de lo más especiales. Destrozados, la familia intenta sacar fuerzas de nuevo y ha evitado hablar a los medios de comunicación sobre este nuevo revés en la vida de José Fernando.
