Anoche saltaba la noticia de la detención de la conocida modelo israelí por supuestos delitos fiscales. Tras varias horas en las que la joven de 30 años ha sido interrogada por las autoridades israelíes, el Tribunal de Tel Aviv ha decidido ponerla en libertad junto a su madre, que también fue detenida, aunque con limitaciones y una fianza de 180.000 euros.
Según distintas fuentes cercanas a esta investigación judicial, la celebridad y su madre ocultaron los ingresos que recibieron de algunos de sus trabajos en el extranjero, además de ocultar al Fisco descuentos y regalos de lujo cuyo valor alcanzaría la suma de 245.000 euros.
«Bar Refaeli lloró varias veces durante el interrogatorio. La mayoría de las preguntas contestó que no sabía y que hablaran con su madre», decían algunos testigos a la página YNET, tal y como recoge el diario El Mundo en su edición digital.
Sin embargo, este desencuentro con Hacienda no es el primero para la israelí. Hace cinco años cambió su estatus para ser considerada residente en EE UU y no tener que hacer frente a los impuestos de su país, aunque es conocido que Bar vive en un rascacielos de lujo en Tel Aviv.
Refaeli vuelve a ocupar los titulares de la prensa y los informativos, pero no por un nuevo desfile, una producción de lencería o por su vida privada junto a su marido, Adi Ezra -con el que se casó hace tres meses – sino por supuestos delitos fiscales que tendrán consecuencias.
