"Jamás pensé que iba a decir 'Hola, Súper", afirmó Terelu nada más cruzar la puerta.
Para ganar Gran Hermano 17 hay que pertenecer al Club. Esta nueva exclusiva estancia de la casa será clave en la mecánica de la edición, ya que quienes tengan acceso a la misma serán poseedores de grandes privilegios.
Durante la gala de este 15 de septiembre de 2016, los concursantes se disputaron el pase a esta habitación a través de una prueba de velocidad y estrategia que provocó la visita a Guadalix de Terelu Campos.
La colaboradora de Sálvame hizo su entrada en la casa para esconder una caja que contenía las bolas con la que los participantes realizarían el mencionado juego.
«Jamás pensé que iba a decir ‘Hola, Súper», afirmó Terelu nada más cruzar la puerta.
A continuación, comenzó a cotillear la cocina y, como no, no pudo evitar examinar el estado de la nevera. Fue entonces cuando el Súper explotó uno de los chascarrillos surgidos de su reality y le advirtió que los concursantes no tenían churros.
«Si hubiera un churro me lo como».
Terelu dejó el recipiente en el fregadero y tras desear suerte a todos los habitantes de la casa abandonó la estancia para que diera comienzo la prueba.
Los concursantes debían colocar, de una en una, una bola en una caja con la foto del compañero que no quería que entrase al Club. El participante que acumulara tres bolas en su haber estaba descalificado del juego. Pol resultó ser el último superviviente y se convirtió en el primer integrante del selecto espacio de la casa.
Para el luchador, «genéticamente perfecto», el concurso se convirtió anoche en un camino de rosas: pudo ver las nominaciones de todos sus compañeros, obtener la lista definitiva de nominados, repasar con tranquilidad el reparto de puntos de cada concursante y dar sus votos en último lugar pudiendo cambiar el resultado final.
Además, Pol podrá comer y beber cuanto quiera y dispondrá de una cama en la que descansar tranquilamente a lo largo de toda la semana.
