Relato mágico, tan característico en estas circunstancias y en estas tierras
Las historias alrededor de la tragedia del Chapecoense, en la cual murieron 71 personas entre futbolistas, cuerpo técnico, dirigentes y tripulación, salen a la luz a medida que pasan las horas. Historias de los jugadores, de aquellos sobrevivientes que no subieron al fatídico vuelo de LAMIA, o de aquellos simpatizantes que esperaban la gloria infinita de su equipo.
Pero también los relatos «mágicos», tan característico en estas circunstancias y en estas tierras. Es así como en Colombia, más precisamente en La Unión, Medellín, circula la historia de un niño de unos 10 años al que nadie aún identificó con su nombre.
El pequeño fue de los primeros en arribar al Cerro El Gordo, al lugar donde el vuelo del Chapecoense se precipitó. Quienes lo vieron calculan que tendría alrededor de 10 años. De contextura frágil pero decidido fue vital para guiar a los rescatistas en el primero de los salvatajes, en el que llevó con vida al futbolista Alan Ruschel.