He tenido sexo con cinco parroquianas (...) a veces en la vicaría. Algunas otras veces con hombres de color
Las aventuras del párroco tienen conmocionado al país transalpino, donde cada día los medios revelan nuevos y escabrosos detalles sobre el cura que convirtió la iglesia de San Lázaro, en Padua, en el lugar de sus perversiones.
Allí prostituyó a nueve mujeres (de 45 a 55 años), muchas de ellas asiduas al templo religioso, y utilizó la violencia doméstica, delitos que ahora investiga la Fiscalía italiana. Según medios italianos, el religioso ha sido suspendido ‘a divinis’, es decir la prohibición de un sacerdote o eclesiástico de sus actividades u oficios religiosos.
Todo comenzó a desvelarse en diciembre de 2016, cuando una amante de Andrea Contin le denunció por haberla golpeado.
Su testimonio se sumó al de varias las feligresas, las cuales le acusaron de abusos y de organizar orgías dentro del templo de Dios: «Teníamos relaciones sexuales en la parroquia a toda hora. Mañana, tarde y noche. Siempre había un montón de mujeres dando vueltas», declaró una de ellas.
Ante estas acusaciones, la Policía se personó en la Iglesia para realizar un registro. En aquel momento, Contin estaba a punto de oficiar un funeral. Minutos después, los agentes encontraron en la vicaría todo un planeta de depravación: vídeos porno, escondidos con etiquetas religiosas o nombres de papas, con los nombres de varios papas, multitud de artilugios sexuales, algunos incluso para practicar sexo duro, decenas de dvd, cámaras…
Al verse acorralado, el párroco confesó:
«He tenido sexo con cinco parroquianas (…) a veces en la vicaría. Algunas otras veces con hombres de color».
Y es que, como describieron algunas feligresas, a Contin le gustaban las orgías. No era el único. En ellas participaban otros curas de la zona como Roberto Caravazza (41), cura de Carbonara di Rovolon, conocido por su parecido a George Clooney (en la imagen). Otros dos clérigos, de identidad desconocida hasta ahora, están siendo investigados por la Policía.
En el marco de la investigación, los agentes han descubierto un mundo de lujo y exclusividad tras la figura de Contin: estancias en hoteles de lujo, comidas en restaurantes caros, cinco cuentas millonarias a su nombre y un Jaguar escondido en casa de sus padres, todo poco acorde con su sueldo de 1.050 euros mensuales.
Es por ello que la Fiscalía relaciona este alto nivel de vida con una presunta venta de pornografía y prostitución de algunas de sus amantes, con quienes se iba de vacaciones a Croacia, París e incluso Cap d’Agde, un pueblo nudista francés.
En los últimos días, la amante que le denunció ha desvelado a la Policía que el cura tiene un hijo de cuatro años que no ha querido reconocer, pero sí lo mantiene económicamente. A ella, al parecer, le habría pedido tener otro.
Tanto Contin como Caravazza se encuentran en paradero desconocido y han preferido esconderse ante el enorme revuelo que existe en tierras italianas.
La Iglesia, por su parte, ha pedido perdón, conscientes del daño que ha causado esto a la institución:
«Se trata de una herida dolorosa para nuestra Iglesia y sociedad».
