El verdadero objetivo de Fernando era que le "fichasen en la televisión"

Monstruoso engaño en ‘First Dates’: «Hasta aquí hemos llegado, no te aguanto más»

Monstruoso engaño en 'First Dates': "Hasta aquí hemos llegado, no te aguanto más"
Carlos Sobera con Fernando e Isabel en First Dates. FD

Algo tendrá la televisión que ha hecho mundialmente famoso a un pato, llamado Donald y a un rato que responde por Mickey. El caso es que raro es quien no se pierde por salir en la ‘caja tonta‘ y mucho más por meterse dentro y vivir para siempre del cuento, como los frikiés que aparecen en pantalla día y noche.

Una de las recomendaciones que hizo Carlos Sobera a los participante en First Dates fue que, para conquistar a tu cita en una velada, no debes mentir ni parecer una persona que no eres. Pero Fernando no siguió su consejo y la cena con Isabel acabó fatal.

La cita entre Fernando e Isabel no podía ir mejor…hasta que llegó el momento del postre y resultó que la misión de él no era encontrar a la mujer de su vida sino «promocionarse» para que le ficharan en televisión.

«¿Te he dicho que soy actor publicitario? Pensé, que aparte de encontrar aquí a la mujer de mi vida, me podría abrir más puertas», dijo él a lo que Isabel contestó con este zasca:

«Si piensas que estar aquí te puede abrir puertas a lo otro, yo pienso que es al revés».

Engañada completamente, la mujer de 51 años salió del reservado para buscar a Carlos Sobera y contarle lo ocurrido:

«Me salta el mozo que él está en una agencia de publicidad y que ha venido aquí para ver si le sala más trabajo. ¿Perdona?».

Mientras, el seguía ‘chupando’ cámara: «¡Fichadme! Darme el tiempo aunque sea…»

El maître alucinó con el relato y llamó la atención a su cliente:

«Se siente instrumentalizada y nosotros también».

Afirmación que negó rotundamente.

«Sinceramente, cuando he visto que desde el primer momento que no era la persona, no he sabido salir de la situación y he hecho un par de bromas: ‘oye, pues a ver si nos dan un trabajo en televisión. No he venido a promocionarme», intentó defenderse de forma ridícula en el confesionario para después añadir que su reacción le pareció «excesiva«.

«Me ha engañado al cien por cien. Me ha venido de maravilloso, de divino, de eso que cuando entra por la puerta se te cae la boca como un pavo y luego descubres que todo es un lucro personal», contó Isabel una vez finalizada la cita.

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