Una bomba de las que hacen época y abren heridas en una guerra que no ha hecho nada más que empezar. Y el detonante ha sido la boda de Ana Boyer y Fernando Verdasco, y la penosa circunstancia de que ningún miembro de la familia paterna de la novia haya sido invitado.
Laura Boyer ha explicado los motivos del porqué han sido condenados al ostracismo en ‘Lecturas’:
«Isabel Preysler se ha preocupado de que Ana no tuviera cariño al resto de sus hermanos (Miguel y Laura)».
La hija mayor del ex ministro de Economía, según se hace eco ‘EsDiario‘, se muestra muy dolida con el trato que su hermana pequeña ha dado a su hijo. Ambos estudiaron en el mismo centro pero Ana no mostró interés en establecer lazos con su sobrino. De hecho, y a pesar de que tienen muchos amigos en común, el joven tampoco estará en la isla del Caribe donde se celebrará el exclusivo enlace el próximo ocho de diciembre.
Según el testimonio de Laura, Preysler se ocupó y preocupó de que Ana no mantuviera contacto alguno con sus hermanos por parte de padre. En este sentido, la hija mayor de Boyer señala:
«Yo tengo hijos de dos matrimonios y se quieren mucho… Ese lazo es labor de la madre, pero si la madre no quiere…».
Lo cierto es que durante años se habló de la mala relación de Isabel con los hijos de su marido, quien tampoco hizo nada para integrar en su nueva familia a Laura y Miguel. Es como si tras unirse a su segunda esposa, hubiera decidido romper con su pasado. Sin duda, fue su hija mayor quien más acusó esta ausencia. Su madre, Elena Arnedo, hizo lo imposible para que su Laura consiguiera recuperarse de las crisis que padeció a resultas del desinterés de su progenitor.
En el aire está si Mario Vargas Llosa será uno de los cincuenta invitados al enlace que se celebrará en una isla del Caribe, todavía no se conoce la localización exacta para preservar la exclusiva. Como se recordará, Ana Boyer no encajó nada bien el noviazgo de su madre con el escritor, que se hizo público unos meses después al fallecimiento de su padre. Se comentó que existió una conversación donde la hija le reprochó a la madre algunas cosas. Aunque se intentó suavizar la cuestión de cara a los medios, lo cierto es que Ana Boyer abandonó la casa materna para instalarse por su cuenta.
Se dice y se comenta que los cincuenta invitados al enlace de Ana y Fernando Verdasco tan solo tendrán que pagar los billetes de avión, que el resto de gastos corren a cuenta de los contrayentes. Sin embargo, algunos de los asistentes ya han comentado que han tenido que desembolsar el coste del hotel donde se alojarán y algo más. Y encima tendrán que posar para la exclusiva que la pareja ha apalabrado con su revista de cabecera.
