Tikhon Shevkunov

Así es el padre Tikhon Shevkunov, el poderoso y polémico «consejero espiritual» de Putin

La pregunta de si realmente el padre Tikhon Shevkunov es el consejero espiritual y confesor de Vladimir Putin lleva años sin poder responderse oficialmente

Así es el padre Tikhon Shevkunov, el poderoso y polémico "consejero espiritual" de Putin
Tikhon Shevkunov y Putin BBC Mundo/Getty Images

Confirmación no ha habido, desmentidos tampoco, pero sí rumores, fotos y polémicas. La última de ellas esta semana.

La pregunta de si el padre Tikhon Shevkunov es el consejero espiritual y confesor, dukhovnik en ruso, de una de las personas más poderosas del mundo lleva años sin poder responderse oficialmente, según recoge BBC Mundo.

Pero este hombre es a quien, se cree, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, le presta atención en materia divina.

«No solo es su confesor religioso», explica Famil Ismailov, editor del servicio ruso de la BBC, «es una suerte de confidente, le da consejos».

La leyenda cuenta que a fines de 1999, antes de llegar al Kremlin y probablemente mientras todavía dirigía el Servicio Federal de Seguridad, Putin llegó a las puertas del monasterio de Shevkunov en Moscú.

Desde entonces han aparecido en numerosas ocasiones juntos en público, incluso en viajes por el país y al exterior.

En una entrevista con el diario británico Financial Times en 2013, consultado sobre si era o no el consejero de Putin, respondió: «Puedes creer esos rumores si quieres, pero ciertamente no son difundidos por mí».

Controversia

Dukhovnik o no, Shevkunov es conocido, tiene poder y está envuelto en una controversia.

El obispo, de 59 años, dirige una comisión de la Iglesia ortodoxa rusa que investiga la ejecución de la familia Romanov por un pelotón de fusilamiento en 1918 en Ekaterimburgo.

En una conferencia el lunes dijo que muchos miembros del organismo creen que el del zar Nicolás II se trató de un «asesinato ritual», un concepto que en el pasado se ha vinculado con la teoría de que el último zar ruso fue víctima de una conspiración judía, recuerda el diario británico The Daily Telegraph.

«Ahora sabemos que el hombre al que se refieren como el sacerdote personal de nuestro presidente es un flagrante antisemita», aseguró el periódico liberal ruso Novaya Gazeta.

El punto de vista de la comisión generó la condena de organizaciones judías. El rabino Boruch Gorin, portavoz de la federación de comunidades judías rusas, le dijo a la agencia de noticias rusa Interfax que la investigación era un ejemplo «impactante» de «ignorancia medieval».

La controversia se produjo antes de que Putin participara por primera vez este miércoles en el consejo anual de obispos de la iglesia.

«Entiende su responsabilidad ante Dios»

El Kremlin no opinó sobre la polémica y en el pasado ha evitado aclarar el tipo de vínculo entre Putin y Shevkunov.

«Es un asunto muy privado», le dijo el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, al Financial Timesen 2013, «simplemente no lo sé». Aunque confirmó que Shevkunov es «muy popular» y que ambos se conocen bien.

Pero aclaró: «Nadie puede estar seguro de si es el dukhovnik o no. Si alguien sabe que eres el dukhovnik, entonces ya no eres el dukhovnik».

El dukhovnik, por cierto, es una figura que los rusos ortodoxos suelen tener.

Años atrás, en 2001, Shevkunov aseguró en una entrevista con un diario griego que Putin era «realmente un cristiano ortodoxo».

«No solo nominalmente», apuntó, «sino una persona que se confiesa, toma la comunión y entiende su responsabilidad ante Dios por el alto servicio que se le confió y por su alma inmortal».

«Es parte de su imagen, de esa forma atrae hacia él a rusos religiosos», opina Famil Ismailov.

«Putin creó a lo largo de los años su imagen política, no es un presidente tradicional, no es un autócrata tradicional», agrega. «Todo zar tenía a su Rasputín», dice en alusión al místico siberiano Rasputín, quien era confidente de la emperatriz Alejandra.

En la práctica, el país ha vivido una transformación desde su llegada al poder en el 2000.

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) le dio la espalda a la religión. Pero bajo el mandato de Putin, la Rusia moderna ha hecho de la religión una de las piedras angulares del Estado y la Iglesia ortodoxa ha crecido en poder e influencia.

Esto se debe en parte a que la Iglesia ha ayudado a fortalecer al Estado ruso y a quienes están en el poder. También a que el Kremlin sabe que la gente necesita algo en qué creer.

Fue bautizado a los 24 años, en 1982, cuando ya se había graduado en una escuela de cine. Y desde entonces no ha dejado de producir documentales religiosos, escribir libros y crecer en la jerarquía eclesiástica.

Su vínculo con el presidente parece haber sido de ayuda.

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