Dos besos y sin apenas mirarse: Así ha sido la fría aparición de Gustavo y María como pareja
Gustavo González ha estallado este 20 de enero de 2018 en ‘Sábado Deluxe‘:
«Estoy hasta los cojones de que penséis que tengo miedo a que saquen cosas de mi vida, yo para cada cosa tengo preparada una respuesta».
El colaborador ha asegurado que lo único que le importa es que las personas a las que quiere no sufran más de lo necesario.
El periodista corneador ha explotado finalmente y le ha recriminado a sus compañeros que no se siente en absoluto protegido por ellos:
«Me siento una mierda de colaborador, ¿qué tenéis que sacar?».
El paparazzi ha asegurado que lo único que le importa es que las personas a las que quiere no sufran más de lo necesario.
A gritos Gustavo ha arremetido contra Gema López o Belén Esteban y también ha recriminado comportamientos como el de Kiko Hernández (deslizando una amenaza a que iba a salir informaciones sobre él).
La tensión ha sido tal que Jorge Javier Vázquez en un momento dado ha mandado callar y silencio en el plató:
«¡Silencio, o me marcho!».
Desde que Gustavo anunciara su separación y se hiciera pública su aventura (de 8 años) con María Lapiedra, mucho se ha hablado de toda esta historia.
Ya más tranquilo, cuando al paparazzi le han preguntado sobre si está arrepentido por algo, ha respondido de manera clara:
«Me arrepiento de algunas cosas que, aun saliendo del corazón, son inevitables».
Además, cree que se ha equivocado «en algunos detalles».
«Soy un canalla, he destrozado la vida a alguien que no lo merece. Hacer pública una infidelidad es muy duro, pero para quien lo sufre».
Como no podía ser de otra manera también se ha abordado un controvertido asunto.
El contenido de los mensajes entre Gustavo y Lapiedra está trayendo cola desde que se leyeran en Sálvame. Se sabe algo más de los mismos después de que María Patiño desvelase algunos detalles en Socialité y Gustavo González no se ha callado al respecto.
Al colaborador le molesta los «caris» que se intercambia el todavía matrimonio y señala un «tono meloso» que confiesa no entender:
«No me pone celoso pero me desconcierta mucho».