Tiene toda la razón María Teresa Campos y motivos más que sobrados para enfadarse.
Mucho se ha hablado de la relación que mantiene su novio, Bigote Arrocet, con las hijas de la presentadora de televisión.
Unos rumores que se avivaron cuando la periodista sufrió el pasado año una isquemia cerebral -disminución de la circulación sanguínea- en territorio vertebrobasilar, mientras que su pareja se encontraba participando en el programa de «Supervivientes».
Que hubiese diferencia de opiniones entre los miembros del clan Campos por pensar o no que debían contarle al humorista lo sucedido a María Teresa, pese a estar en el concurso, no ayudó en absoluto, aunque como las hermanas expresaron era una decisión que le correspondía tomar a su madre.
Parece que las habladurías vuelven a saltar a la palestra. Ahora es la relación de la propia presentadora con la hija del humorista, Gabriela, la que está en cuestión, algo que no ha hecho ninguna gracia a María Teresa Campos, que no ha dudado en mostrar su enfado e indignación ante las preguntas insistentes de la prensa.
«Eso es una mentira como una casa», respondía tajante la periodista a una reportera de Europa Press. Y añadía:
«Ya estamos hasta las narices de ese tipo de mentiras».
Estos rumores se iniciaron en un reciente encuentro entre las familias:
«Separamos las mesas porque éramos muchos y unos comieron con Peti y otros con María Gabriela. Me parece alucinante».
«No sé puede vivir de rumores, de insidias. Hay que hacer periodismo. Y periodismo es ir a la fuente. En este caso la fuente soy yo, y yo te digo que eso es una maldad», finalizaba la presentadora, intentando zanjar de una vez por todas los rumores de distanciamiento entre las familias.
Meses difíciles
Los últimos meses no han sido fáciles para la presentadora de televisión. Recientemente ha estado ingresada en el Hospital de La Luz una semana por «un cuadro de suboclusión intestinal». Fue el pasado 24 de febrero cuando la periodista abandonó el centro acompañada por sus dos hijas: Carmen Borrego y Terelu Campos.