Como diría Napoleón I : «De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso».
Cuando tenemos miedo al ridículo, dejamos de hacer cosas que quizás en el fondo sí se nos antojan hacer, porque dudamos de que nuestra ejecución vaya a ser perfecta, y tenemos miedo de ser foco de atención de los demás, y por ende, de sus críticas, burlas o comentarios, según desansiedad.
Además, ¿quién dice que no podrías tolerar las críticas de los demás? quizás te duelan o sean un golpe para tu ego, quizás en algún momento de tu vida las recibiste y fue doloroso… pero, podrías tolerarlas y no sería el fin del mundo… Por otro lado ¿quién dice que tienes que gustarle a todos los demás? es como si te dijeras a ti mismo que te tiene que gustar todo el mundo y que tienes que aprobar el comportamiento de todos los que te rodean… ¿y quién dice que si alguien desaprueba tu comportamiento habla mal de ti? acaso con una sola ejecución tuya ya estás definido?.
Hasta los mejores actores y actrices de Hollywood tienen rachas donde los papeles escasean y necesitan un dinero extra con el que cubrir los gastos de su elevado tren de vida. Una de las intérpretes españolas que ha triunfando en la meca del cine –junto a Penélope Cruz o su pareja, Javier Bardem– es la incombustible Sonia Monroy, que se paseó por la alfombra roja de la gala de los Oscar en el 2015 con una bandera de España como vestido. Luego la echaron, pero que le quiten lo bailao, según SQ.
Ahora se ha descubierto la cuenta de Wallapop (una app de compra y venta de objetos) de Sonia, que también es una cantante con pelotazos veraniegos que nos hicieron mover las caderas. Según parece, la actriz está limpiando los armarios y quitándose muebles de encima para mudarse definitivamente a los Estados Unidos, donde directores como Steven Spielberg o James Cameron se la rifan.
¿Quieres un cuadro de 2 metros de Buda por 195 euros? ¿O te interesa más un elefante que mide medio metro, que Sonia compró en Dubai, por 95? Pues entra en su Wallapop y quizás hasta consigas un autógrafo de una de las artistas con más proyección de nuestro país. Eso sí, parece que la Monroy escribió las descripciones de los artículos deprisa y corriendo, y alguna tilde murió por el camino. Descanse en paz.
