Quien te ha visto y quien te ve. Parafraseando al gran Antonio Machado, aquel que a propósito de Don Guido escribió ‘gran pagano, se hizo hermano de una santa cofradía; el Jueves Santo salía, llevando un cirio en la mano —¡aquel trueno!—, vestido de nazareno’, se podría decir que también Karmele Marchante ha asentado cabeza a la manera española.
Tras muchos meses retirada del foco mediático y tras un aquelare de independentista catalana que nadie sabe en que ha quedado, la siempre extravagante Karmele reaparece en la capital madrileña, acompañada por un señor escaso de pelo, con quien paseó del brazo por las calles de la ciudad (Karmele Marchante denuncia que un director de ‘Sálvame’ le metía mano y tocaba las tetas).
Y de lo más, compartiendo confidencias relajada durante su paseo. Para la ocasión y en esto fiel a su estilo, Karmele Marchante eligió un look de lo más extravagante con un maxi vestido en blanco y negro y gran bolso de lentejuelas. Ni rastro de la estelada con la que se fotografiaba hace unos meses (A falta de trabajo en Telecinco, Karmele Marchante pierde los papeles como buena independentista rabiosa: «Rajoy es un cerdo facha y un dictador»).
Así se dejó ver a la periodista catalana en esta nueva etapa vital (¿Va a hacer algo Telecinco sobre los ‘abusos sexuales’ en ‘Sálvame’ denunciados por Karmele Marchante?).
La periodista, aclamada y odiada a partes iguales, protagonizó algunos de los momentos más recordados del espacio de La Fábrica de la Tele, como la primera gran espantada de plató, sus meriendas con yogurt o el momento Pop Star Queen con su candidatura a Eurovisión.
Pero durante los más de 7 años que estuvo trabajando en el espacio vespertino de Telecinco, la catalana también vivió malos momentos, situaciones límite que le hicieron tomar la decisión de alejarse de los focos de Mediaset España para siempre.
Alejada de los platós de Telecinco, Karmele confesó a Lecturas los motivos de su sonada marcha:
«Me costaba ir a trabajar, no me sentía bien tratada».
Además, defendió con rotundidad que se había ido porque había querido:
«Me he ido de ‘propio’ y como he querido. Mi contrato seguía vigente mes y medio más, pero decidí marcharme, sin ninguna despedida, por coherencia».
Un poco molesta con el programa, también explicó a la publicación el motivo por el que no se despidió del público:
«David Valdeperas me llamó y me pidió que me despidiera de la audiencia y de la gente de plató, al final me convenció. Le dije que diría adiós desde su sitio de dirección y que después agarraría el bolso y me iría. Tras mucho suplicarme, al día siguiente esta gente llamó a mi representante y le dijeron que no hacía falta que fuera».
Sobre su actividad profesional actual, dice:
«Estoy colaborando en una revista nueva que ha salido y que se llama ‘Quién’. Estoy muy contenta ya que tengo total libertad y puedo escribir de quien quiera, no de corazón cutre. Hago un corazón edulcorado y bonito, nada de personajes de tercera».
«Estoy inmersa en la escritura de mi nuevo libro, que me da muchísimo trabajo. Está centrado en la prostitución y la trata de mujeres y niñas. La fecha de publicación es Navidad. Estoy terminando la fase teórica y estoy metiéndome en el barro», es decir, en el periodismo de campo».
Sobre un hipotético regreso al medio televisivo, Karmele no cierra la puerta:
«No me mato por salir en televisión. No levanto el teléfono para que me lleven a ningún plató. Ahora estoy dedicada al feminismo, al independentismo, a la masonería. Pero si me llamaran para programas relacionados con las mujeres, de corte político o social, es decir, lo que llevo haciendo toda la vida, no me importaría volver».
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