Hay en el Planeta Tierra más tontos que botellines de cerveza.
Y algunos alcanzar el paroxismo cuando le sacuden duro al alcohol.
Como ha dejado patente este el ciudadano chino de apellido Zhang, muy aficionado a las copas y loas apuestas.
Tras su bravata, los médicos tuvieron que sacar una cuchara de 20 centímetros.
Pero lo tremendo es que han tardado un año en hacerlo.
Por lo visto, tenía el cubierto que atorado en el esófago.
Este insólito caso se registró en la ciudad de Urumchi (región de Sinkiang) cuando Zhang, acudió de urgencia al hospital debido a fuertes dolores en su pecho y dificultad para respirar.
Los doctores quedaron impactados por el caso y admitieron que nunca antes habían visto algo similar.
Sostuvieron que cuando recibieron al paciente, su esófago «ya estaba infectado».
En una cosa Zhang tuvo suerte: no se necesitó intervención quirúrgica para sacarle el cubierto.
Luego de realizarle una radiografía, los médicos extrajeron el objeto metálico al paciente de 26 años por vía bucal.
Todo ese tiempo, un poco más de dos horas, el joven estuvo totalmente anestesiado, según un comunicado del hospital.
El paciente relató que se tragó la cuchara hace un año, cuando hizo una apuesta con sus amigos en estado de embriaguez.
Sin embargo, falló al intentar sacarse con una cuerda el cubierto.
El joven tuvo que asistir al hospital después de sufrir un golpe en el pecho, lo que agravó su estado.
Afirmó que no acudió antes porque no había experimentado problemas a la hora de comer.
