No parece una buena idea, pero resulta comprensible. El hijo de Alessandro Lequio y Ana Obregón ha finalizado un nuevo ciclo de quimioterapia en la Clínica Universidad de Navarra donde se trata y ha celebrado la buena noticia con sus amigos en un local de La Moraleja, el lujoso barrio del norte de Madrid donde vive su madre. Con su inseparable gorra y una sonrisa de oreja a oreja, disfrutó de una noche distendida, según informalia.
Tal y como muestran las imágenes de la revista Rumore, Aless está muy recuperado del cáncer que le fue diagnosticado el pasado verano y por el que se instaló en Estados Unidos para recibir un tratamiento especial. A pesar de que las secuelas de la quimioterapia (que ahora recibe en Navarra) todavía son visibles, ha ganado peso y ya ha retomado no sólo su trabajo sino también su agenda social y hasta el ejercicio.
Aless ha vuelto al gimnasio o al menos lo intenta. Este domingo, el hijo de Lequio compartió en las redes sociales una divertida fotografía en la que posaba con su hermana, Ginevra, fruto del matrimonio entre su padre y María Palacios: «La criminal y yo en casa, hace unos minutos. Tenía intención de ir al gimnasio pero ya he cubierto el cupo del cardio persiguiendo al pequeño humano este», decía con humor.