Desde hace unos años, palabras como microbiota, probióticos o prebióticos se incorporado a nuestro vocabulario, entrando a formar parte de nuestro día a día.
Un interés por nuestra flora bacteriana que se ha visto refutado por algunos estudios cientícos que prueban la relación que tienen con el aumento o la pérdida de peso.
Ya en 2006, la revista Nature publicó un estudio en el que se revelaba que las personas con sobrepeso tenían su microbiota alterada, es decir, poseen una mayor cantidad de bacterias Bacteroidetes (relacionadas con el aumento de peso) en deprimento de las Firmicutes. Esta descompensación tiene su origen en tres factores:
- -Los fisiológicos como la edad, la llegada de la menopausia o el estrés del día a día.
- -Los nutricionales. Una dieta basada en alimentos ultraprocesados, grasas y azúcares hace que las bacterias «del peso» ganen terreno a las otras.
- -Los antibióticos. El uso de este medicamento provoca que se termine con las bacterias dañinas pero también con las beneficiosas.
Estas tres claves son las que hacen que muchas personas traten de perder peso pero no lo consigan.
Si eres uno de los que pierde rápidamente la esperanza al ver que la báscula no baja, puede que tu problema esté dentro de tu colon.
Restablecer el equilibrio correcto entre las bacterias Firmicutes y Bacteroidetes empieza por revisar bien nuestra lista de la compra.
Comenzar a comer más alimentos con prebióticos (energía para las bacterias) como legumbres, verduras como la alcachofa o cereales como el trigo y la avena.
