Monarquía inglesa

El príncipe Harry quiere prohibir el videojuego Fortnite: él a los 16 años se divertía con el “Fornique”

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Harry RS

Hay que admitir que es el miembro de la casa real británica más divertido y que más juego da. El nieto favorito de la reina Isabel II es un hombre nuevo desde que conociera a Meghan Markle. Vegano, ‘eco’ y solidario, ahora se presenta como el azote de las redes sociales y el Fortnite, el videojuego on-line más famoso del mundo. Él, desde luego, jamás necesitó las nuevas tecnologías para entretenerse: fiestas, poker, marihuana.., según informalia.

«Un videojuego como ese no es bueno para los niños. Y los padres tienen las manos atadas porque no entienden ni de qué va. Parece que estamos esperando a que el daño esté hecho y a que las familias se rompan para actuar. Fortnite debería estar prohibido», así de tajante se ha mostrado el príncipe Harry este jueves durante su visita a un centro cultural juvenil. Las redes sociales tampoco escaparon de la crítica: «Son muy peligrosas porque son más adictivas que las drogas y el alcohol y no hay ninguna ley que las prohíba o restrinja su uso», ha dicho el príncipe Harry.

El Fortnite es un videojuego on-line nacido en 2017 por Epic Game y tiene 200 millones de jugadores registrados en todo el mundo. En 2018, ganó los premios más prestigiosos de su ámbito, el Premio People’s Voice al mejor modo multijugador/juego competitivo, Mejor juego en curso en los Game Critics Awards y el Mejor Juego de elección de los Teen Choice Awards. Está claro que al príncipe Harry no le impresiona nada de esto: «Está creado para convertirte en adicto. Adicto a mantenerte frente a una computadora el mayor tiempo posible. Es tan irresponsable», alegó.


Las palabras y los hechos del príncipe Harry en los últimos años, y especialmente desde que conoció a Meghan Markle, demuestran que el nieto favorito de la reina Isabel II es un hombre nuevo. Ya no queda nada de Harry el Sucio, como era conocido en su juventud, donde sus locuras y excentricidades le dieron a su abuela y a su padre más de un dolor de cabeza.

Era la primera década del 2000 y entonces no existían ni las redes ni el Fortnite, pero Harry sabía divertirse sin ellos: fumó marihuana (con 16 años ingresó en el centro de rehabilitación Featherstone Lodge) y se disfrazó en Halloween (en 2005 su disfraz de nazi avergonzó a Buckingham Palace y fue obligado a pedir perdón públicamente: «Fue una pésima elección de disfraz y me arrepiento»).

Además, el príncipe Harry también viajaba de vez en cuando a Las Vegas para divertirse unos días: en una ocasión apareció desnudo jugando al Strip Poker con una señorita y en otra inhalando vodka con unos amigos.

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