Muchos son los que dicen que Isabel Pantoja parece otra desde que comenzó su aventura en Supervivientes 2019.
Lo cierto es que llevan razón, la tonadillera tiene otro semblante, mucho menos serio del habitual, se ríe, canta, baila, pesca y se relaciona con todos sus compañeros.
Parece que la reina de la copla estaba deseando meterse en un reality como este para poder vivir todo lo que hace tiempo no ha vivido, y así lo está haciendo. Su relación con los concursantes, en términos generales, está siendo buena.
Aunque la primeras semanas de concurso fue protagonista por sus discusiones con Carlos Lozano y por su intento de abandono ahora, se ha relajado y vive el día a día en la isla de Honduras.
Tal es la relajación que tiene Isabel Pantoja que se ha atrevido a invitar a todos sus compañeros a Cantora para que disfruten de la luna tal y como la ven desde los Cayos Cochinos:
«Mira, os voy a decir una cosa* Os invitaré a Cantora y vais a ver la luna tal cual y en vez del mar estará la piscina. Y veremos la luna exactamente igual. Esa puesta de sol que veis tan maravillosa todos los días, la veréis exactamente igual. Esto para mí es precioso pero ya lo he visto».
Aunque esté disfrutando al máximo de las pruebas del concurso y de los paisajes de Honduras, está pasando mucha hambre, pero esto no es algo nuevo, ya iba con la lección aprendida porque tanto su hijo Kiko Rivera, su hija Chabelita y su sobrina Anabel Pantoja, han estado allí y saben la dureza del concurso.
Lo cierto es que, a pesar de que tenga la mente y el cuerpo a muchos kilómetros de España, son muchas las veces que se acuerda de su familia y de sus amigos, y cómo no, de su querida finca Cantora.
Tendremos que esperar a que transcurra el programa para saber si sigue en pie la invitación a Cantora y si, una vez finalizado el concurso se produce esa visita de sus compañera en una de las fincas más mediáticas del panorama nacional.