Dicen que el único dolor moral superior a unos cuernos bien puestos, es la muerte de un ser querido.
Y sin embargo, la infidelidad es algo bastante común y nada (o quizás poco) tiene que ver con todo eso que se nos pasa por la cabeza.
Cuando descubrimos que nuestra pareja nos ha sido infiel, las primeras reacciones ante esa situación suele ser cuestionarnos nuestra propia valía, pensar si no hemos sido tan buenos como deberíamos haberlo sido, que no hemos dado lo suficiente, que la persona con quien nos ha engañado supera nuestras cualidades y que por eso nos han reemplazado.
¿Qué no hacer en una situación tan complicada como esa?
- Primero, echarte la culpa.
- Segundo, indagar por los detalles porque te va a doler y de verdad.
- Tercero, empezar a compararte, porque vas a sentirte fatal.
- Cuarto, publicar tu bochorno en las redes sociales.
- Quinto, negarlo.
- Sexto,, empezar a pedir perdón como un pendejo y a decir que la culpa es tuya.
- Septimo, desaparecer para despistar.
- Octavo,,suponer que él o ella ya han cortado con la otra parte y van a volver a tus brazos.
- Noveno, creer que te vas a quitar el bochorno poniendo tu también cuernos.
¿Y qué se recomienda en estos casos?
Lo primero de todo será arroparte de los más queridos y desahogarte.
Es necesario mostrarse de cara a los demás y aceptar su compañía, ya que de lo contrario te sumirás en una espiral de pensamientos negativos que no te beneficiará en absoluto.
La fidelidad, lejos de ser una condición natural de nuestra especie por defecto, se debe más a una cuestión de voluntad, es decir, un propósito que uno se pone y que acuerda con otra persona.
A diferencia de otras especies que llevan codificada en su genética toda una serie de conductas a seguir, los seres humanos no tenemos las cosas tan claras. De alguna forma, nuestra inteligencia no nos pone las cosas fáciles, y por el contrario, somos responsables de nuestras propias acciones al tener un gran poder de elección.
Lo cierto es que nosotros somos monógamos por cultura, no por naturaleza.
Esto es un hecho que podemos comprobar al observar todas las variedades y combinaciones de relaciones amorosas que existen entre personas en nuestro planeta, desde la poligamia en que uno puede casarse con varias personas a la vez, relaciones abiertas, swingers…
Por eso, en realidad las ideas que tenemos sobre el amor y las relaciones vienen muy ligadas a factores culturales y religiosos.
En nuestra cultura tenemos una idea de relación amorosa de pareja basada en la exclusividad y la fidelidad, y en eso de “hasta que la muerte nos separe”. Pero no podemos olvidar que este tipo de relación se basa en un compromiso adquirido, y no en una condición natural.
Desde este enfoque, la infidelidad se basa en el quebrantamiento de este pacto de a dos, vulnerando la confianza que se ha depositado en el otro y de todos esos planes en común.
Los tiempos del “carpe diem”
Vivimos actualmente en una sociedad en que todo se está acelerando y tenemos poca tolerancia a la espera y a la frustración. El desarrollo de la tecnología, de internet, de la sobreinformación, todo ello nos hace vivir desde una perspectiva de inmediatez.
Y además, perdemos el sentido de la lucha, de la espera, de la paciencia, de la delicadeza y el cuidado, esa filosofía de “sembrar para luego recoger”.
Eso nos hace regresar a un estilo de vida hedonista, una búsqueda constante de placer y de evitación de sensaciones no tan placenteras, que está conllevando cambios a muchos niveles en nuestra forma de vivir.
La popularidad de frases como “Carpe Diem” o “YOLO” (you only live once, es decir, “sólo se vive una vez”) entre los más jóvenes nos da una pista sobre ello. Esta situación se sobrepone con el ideal de parejas ya consolidadas desde hace años, provocando algunas crisis.
¿Qué hacer ante una infidelidad?
- 1. Afronta la situación
Es probable que hayas descubierto la infidelidad a través de varias sospechas que te han llevado a indagar sobre si podía estar pasando, o sin haberlo esperado, encontrando la evidencia por sorpresa. A veces el hallazgo nos deja tan estupefactos que nos da miedo confrontar a nuestra pareja con lo que hemos descubierto, por las consecuencias que inevitablemente sabremos que habrán a partir de ese momento. Tómate un tiempo para meditar y sobre todo para calmar tus emociones, pero es importante que cuando te veas preparado enfrentes la situación. - 2. Habla con tu pareja
Es importante poder establecer un diálogo lo más racional posible, pese a las fuertes emociones que se puedan despertar. Por lo tanto, hay que encontrar el momento y el lugar oportuno, sin forzar las cosas, y dando tiempo al tiempo. Cuando ambas partes se vean dispuestas a ese diálogo, hay que aclarar qué ha pasado. Intenta expresar tus emociones de la mejor forma posible, dale a entender cómo te sientes y cómo vives la situación, pero también deja que tu pareja se exprese y explique su percepción de los hechos y sus motivos para haber llevado a cabo la infidelidad. Resuelve tus dudas, pero ojo, sin que llegue a la invasión del otro. - 3. No te sientas culpable
Tú no tienes la culpa de que tu pareja te haya sido infiel. Esta ha sido una decisión tomada libremente por tu pareja. La infidelidad puede tener muchas causas, como una falta de responsabilidad en cuanto a la relación por parte del miembro de la pareja que la comete, impulsividad, falta de control del deseo… No obstante, también puede ser que algunos aspectos de vuestra relación hayan influido, y aunque nada justifica una infidelidad, ambos sois responsables de cómo era vuestra relación. - 4. Aclarad las cosas
Si una relación se basa en luchar dos personas por unos objetivos en común, es importante replantear cuáles eran o son esos objetivos, qué esperáis el uno del otro, qué ha podido fallar, qué buscáis en una relación, dejar en claro en qué puntos coincidís y en cuáles tenéis visiones diferentes. - 5. Acepta lo ocurrido
Aceptar que se ha dado una infidelidad, que nuestro ideal se ha caído del pedestal, el desengaño que supone al pensar en todos los planes compartidos con lo que acaba de pasar, es sin duda un paso muy duro. Sin embargo, no queda más remedio que aceptar que ha sucedido. - 6. Busca apoyo
En estos momentos es muy importante rodearte de personas que te quieran y en las que puedas confiar. Ellas pueden ayudarte a pasar el mal trago y ofrecerte algunos consejos, si conocen bien tu relación de pareja. No obstante, sé cuidadoso y trata el tema con delicadeza y confidencialidad, y recuerda que al fin y al cabo tú eres quien tiene esa relación y la decisión reside en ti. Realiza actividades relajantes y distráete. Tal vez pueda irte bien consultar con algún profesional que te ayude a analizar la situación en la que te encuentras y poner las ideas en orden para tomar la mejor decisión. - 7. Perdona u olvida
Puede ser que tras el acto de infidelidad, la confianza entre vosotros se haya roto por completo y que no veas la posibilidad de seguir la relación sin que las heridas interfieran en el día a día, y que por ello consideres que es mejor no seguir con la relación. La decisión final a tomar es una cuestión muy personal que sólo tú puedes valorar según el balance que hagas, y puede depender de muchos factores como qué tipo de infidelidad se ha dado, si ha sido algo puntual o algo prolongado en el tiempo, si ha sido puramente sexual o también emocional, o la cantidad de tiempo que llevabais juntos y las cosas que compartís. Si decides perdonar, es posible que con el tiempo veáis que la vivencia de esta dura experiencia en realidad os ha ayudado a conoceros mejor el uno al otro y vuestras respectivas necesidades. Al fin y al cabo, nadie es perfecto y dar a conocer nuestros errores sin caer en la censura, pese a la decepción que eso pueda implicar en las personas de nuestro alrededor, puede resultar beneficioso a largo plazo. - 8. Reconstruid la relación
Si decides continuar con la relación, has de asumir que lo pasado forma parte del pasado y ser capaz de hacer borrón y cuenta nueva. Por eso, todo lo que tenga que ser hablado ha de quedar claro para que interfiera en el futuro de vuestra relación lo mínimo posible. La relación ha de ser replanteada y comenzar de nuevo, volviendo a establecer un nuevo compromiso, bajo unas premisas renovadas que ambos debéis conocer. - 9. Cuida de tu autoestima
En los primeros momentos de conocer la infidelidad, es muy importante que dediques tiempo a hacer cosas que te gusten, que te des algunos caprichos, que te des cuenta de lo que vales, y que veas la totalidad de tu vida más allá de tu relación de pareja. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga y contamos con buenas noticias: varios estudios han descubierto que las personas que han sufrido alguna infidelidad disfrutan de una mayor autoestima y que eso les ha conducido a un mayor crecimiento personal. - 10. La prioridad eres tú
Tú eres el centro de tu vida, y puedes decidir dentro de lo que puedes cómo quieres que ésta sea. Las acciones que hagan los demás no dependen sólo de ti, no están bajo tu control, y esa es una realidad que tenemos que aceptar y la razón por la cual dejar de culparnos y responsabilizarnos en exceso, siempre y cuando consideremos que hemos actuado de la mejor manera posible. Al fin y al cabo, tú eres más que cualquiera de las relaciones que tengas con las personas de tu entorno, y eso es algo que nunca debes cuestionarte. Por ello es muy importante conocerte bien, saber qué cosas te hacen feliz y cuáles te duelen, para saber lo que necesitas y darte lo que mejor sea para ti.