Martínez-Almeida, un ‘colchonero’ fan del ‘cholismo’ en el Palacio de Cibeles

El alcalde Martínez Almeida, un motero, soltero empedernido, que flipa con el Atlético de Madrid

Aplica en política el espíritu luchador del entrenador del Atlético de Madrid

El alcalde Martínez Almeida, un motero, soltero empedernido, que flipa con el Atlético de Madrid
José Luis Martínez-Almeida EP

Tiene 17 sobrinos. Juega al golf varias veces a la semana en Puerta del Hierro, con hándicap de 4,7. Es el único regidor soltero en la capital en toda la democracia.

Su familia está relacionada con la Casa Real.

Es un cambio, claro, pero como este hombre soltero de 44 años conoce de toda la vida a sus vecinos y los vecinos le conocen a él, las cosas van a resultar mucho más sencillas.

Es su casa, es su barrio de siempre, en el que se crió, y por eso quienes llevan en el barrio toda la vida le llaman por su nombre. Por eso le reconocen cuando pasa en su Yamaha, tipo scooter, el vehículo con el que le gusta recorrer la ciudad, según recoge el autor original de este artículo Brais Cedeira en El Español y comparte Ivan Rastik para Periodista Digital.

Aparte de una vida tranquila en este barrio, Almeida ha tenido, hasta el momento, algo más de tiempo para disfrutar de la que es su otra gran pasión aparte del Atlético de Madrid, su equipo de toda la vida. Hablamos del golf, probablemente su deporte favorito. Se trata de un desahogo, de una forma de desconectar del centro de la ciudad, de las reuniones políticas y de pasar unas horas de asueto lejos del estrés de la gran urbe. Quienes le han visto jugar aseguran a El Español que posee una enorme calidad:

«Tiene mucho estilo jugando, va todas las semanas».

En efecto, va todas las semanas, y algunas de ellas en varias ocasiones.

El reflejo de su buen desempeño es su actual hándicap, de 4,7, pelín más bajo que el que tenía hace apenas dos años, de 3,8.

El último torneo oficial en el que participó fue a finales del mes de marzo, un mes antes de las elecciones generales y dos de las municipales. Pero ha seguido jugando de forma intermitente y distendida.

Durante mucho tiempo, incluso ahora, el que ya es alcalde de Madrid aparecía cada pocos días para ejercitar su swing y jugar unos hoyos en el que probablemente es el campo de golf más exclusivo del país: el Real Club Puerta del Hierro, tendido sobre las lomas del monte de El Pardo, al norte de la capital.

Allí se dan y se dieron cita la flor y nata de la alta sociedad madrileña y española. Como de pijos, como de la beautiful people. Sin ir más lejos, la mismísima Esperanza Aguirre, prácticamente la madrina política de Almeida, fue nombrada socia de honor el año pasado.

Da una idea de la exclusividad del lugar la simple mención de algunos de los nombres que han paseado por sus terrenos, de cuidado y recortado césped: Martínez de Irujo, las Koplowitz, Isabel Preysler, Fernando Ramírez de Haro y Valdés, Carmen Martínez-Bordíu y su padre, el marqués de Villaverde.

Incluso Felipe VI, cuando era niño, lo frecuentaba con sus hermanas Elena y Cristina. Hay más de 15.600 socios, pero sólo 9.500 de número. El resto, lo son por matrimonio. No existe, además, una lista de espera en la que anotarse. De facto, el Real Club Puerta del Hierro no admite socios desde 1987.

Aparte de toda esa ristra de nombres, uno de los que más lo ha frecuentado en los últimos años es el propio Almeida. Quienes le han visto en el green le definen como «un crack». «Juega muy, muy bien».

Sus apellidos contienen buena parte de la historia de las familias y las clases privilegiadas de la ciudad en las últimas décadas.

Son el reflejo de una forma de estar en el mundo. Por un lado, la rama funcionarial cercana a las altas esferas sociales. Su abuelo paterno, Pablo Martínez-Almeida, perteneció al Consejo Privado de don Juan de Borbón, el padre del Rey Juan Carlos I, durante la dictadura.

La relación con los abuelos de Felipe VI era tan buena que los condes de Barcelona fueron los padrinos de la boda de los padres de Almeida, en el año 1966. En la familia de Almeida se advierte también el matiz empresarial. El materno era propietario de los estudios de cine Chamartín, reconocidos durante los años del franquismo.

Los dos abuelos, abogados del Estado, ejercieron una influencia decisiva en el porvenir del actual propietario del bastón de mando de la capital. La oposición fue su etapa más dura, más que la política. La expresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, fue compañera suya de promoción.

Era sexto y el único de los seis hermanos que lograba recoger el legado familiar y meterse en la misma profesión que sus antepasados.

Desde el inicio de la campaña de las elecciones municipales, el previsible futuro alcalde de Madrid , José Luis Martínez-Almeida, hizo suyo el espíritu ‘colchonero’ de lucha, de si se cree, se puede y, a pesar de no haber obtenido los mejores resultados del PP, la apuesta personal del presidente del PP, Pablo Casado ha logrado conquistar el Palacio de Cibeles, según recoge lavanguardia  y comparte Ivan Rastik para Periodista Digital.

Tras ser designado por Pablo Casado como candidato del PP a la Alcaldía de Madrid, inició una cuenta atrás para recordarle a Manuela Carmena “cuántos días le quedaban” como regidora. Y ese día ha llegado, aunque con un resultado raspado y con nervios hasta el último minuto.

Almeida es futbolero, mucho, pero más que aficionado al deporte rey es ‘colchonero’, una afición que casi roza el “frikismo” según indican sus próximos, de hecho se explaya en ensalzar el “espíritu luchador” del equipo de su corazón que para él es una escuela de vida, porque, parafraseando al cholismo: “Si se cree y se trabaja, se puede”.

Un mensaje futbolístico de “hay partido” que ha coronado Génova durante estas elecciones municipales, autonómicas y europeas y que llevó al discurso de “remontada” y apostar por el “partido a partido” del líder del PP, Pablo Casado, durante el arranque de campaña en el Templo de Debod.

Este madrileño -soltero y sin hijos, pero con cinco ahijados- es el más pequeño de seis hermanos de una familia monárquica ligada con la abogacía.

Comenzó a militar en las filas del PP con 20 años, cuando ya se le escuchaba en los pasillos de la Universidad Pontificia de Comillas, donde se licenció en Derecho, que “podría ser el mejor alcalde de Madrid”.

Su carrera política comenzó de la mano de Esperanza Aguirre, que le nombró director general de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, siendo consejero de Cultura Santiago Fisas. Tras cuatro años en el puesto, Aguirre le vuelve a reclamar y lo nombra secretario del Consejo de Gobierno de la Comunidad (2011-13).

Martínez-Almeida llegó al Consistorio madrileño en 2015 como ‘número tres’ de la lista electoral de Aguirre, tras dejar su cargo de director de la División Jurídico Institucional de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

Y pese a haber madurado políticamente con la expresidenta Esperanza Aguirre, este abogado del Estado de 44 años supo ganarse rápidamente por méritos propios el respeto de ‘Génova’ como el verdadero “azote de Carmena” en la oposición tras ser proclamado a finales de abril del año pasado nuevo portavoz del Grupo Municipal del PP después la dimisión de Aguirre tras el arresto de Ignacio González por el ‘caso Lezo’.

Con su lenguaje socarrón y sagaz se dio a conocer en el Palacio de Cibeles; sin pelos en la lengua y con una retórica depurada que no necesita de papeles.

La velocidad con el habla es una de sus características . La misma que le llevó a aprobar las oposiciones en dos años y medio, y que le hace salir del paso en diversas y en ocasiones ‘comprometidas’ situaciones. Nunca rechaza responder una pregunta, y siempre que puede, aporta una nota de humor en sus declaraciones. Muestra de ello fue durante la presentación de su programa de deportes, cuando entre risas alabó su cuerpo y dijo que vivía de él.

Pero el grueso de su campaña ha sido “la ruta de la ilusión”, con la que ha recorrido más de una quincena de distritos de los 21 que conforman la ciudad -a pesar de la fascitis plantar que le ha aquejado durante la campaña- y así “mirar a los madrileños, ni a la izquierda ni a la derecha”.

Una campaña a la antigua usanza, de esas de las que desgastan suelas de zapatos, en la que ha estado acompañado por su jefa de campaña y número tres en la lista, Inmaculada Sánz, y su número dos, Andrea Levy, en algunas ocasiones.

”Sólo vale ganar, ganar y volver a ganar”, parafraseó Almeida a Luis Aragonés durante su discurso de cierre de campaña. Ha ganado, ajustado y en el último minutos, pero ha ganado, como a él le gusta que haga su Atleti.

De este modo, Martínez-Almeida ha sabido combinar la llamada a la movilización con el ‘tú a tú’ con los madrileños. Se ha encontrado con personas que le prometieron su voto, como un joven en Villa de Vallecas, que montado en una bicicleta aseguró que votaría a los ‘populares’ porque eran los “únicos” que podían acabar con la pobreza. Desde el equipo de Almeida respondieron a sus palabras con un aplauso.Otra de las facetas más destacadas de José Luis Martínez-Almeida es la de motero. A pesar de que es el vehículo con el que se desplaza por la capital, el gran público ha tenido conocimiento de ello gracias a los vídeos viralizados en redes sociales con los que el ‘popular’ ha denunciado el aumento de los atascos y de la contaminación.

También fue protagonista en redes con otro vídeo, en esta ocasión cuando limpió, en Vicálvaro, un grafiti con las siglas A.C.A.B, en inglés ‘All cops are bastards’, y en español ‘Todos los policías son unos bastardos’. Rápidamente, el vídeo fue uno de los más vistos en YouTube y fue muy comentado en redes sociales como Twitter.

”Sólo vale ganar, ganar y volver a ganar”, parafraseó Almeida a Luis Aragonés durante su discurso de cierre de campaña

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