El verano de las Campos está dando mucho juego, sobre todo para la rumorología de la prensa rosa.
Sus antiguos compañeros (y examigos) de Telecinco han explotado al máximo las desavenencias familiares, y otras desgracias aledañas, del clan que capitanea María Teresa Campos.
Los comentarios sobre una supuesta separación de Teresa y su actual compañero sentimental, Bigote Arrocet, se alimentaban casi a diario después de casi dos meses de separación de facto de la pareja.
Al hecho se unían las desavenencias de las hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, con sus compañeros de Sálvame (perejil en todas las salsas) y las críticas que desde Telecinco lanzaban contra Las Campos, no hace mucho tiempo “intocables” de Mediaset.
Después de un paso fugar por Málaga, Bigote y Teresa Campos regresaban apresuradamente a Madrid y ello volvía a disparar los rumores. A quienes apuntaban que Teresa Campos regresaba a la capital para apartarse de los medios y tener un verano más tranquilo e íntimo en algún otro punto de la geografía con Bigote…
Pero la realidad es bien distinta. Su novio ha hablado y ha provocado un terremoto. El humorista chileno ha concedido una entrevista, bastante bien pagada por cierto, para lanzar todo un desafío a las hijas de María Teresa y sobre todo a su hija pequeña, Carmen Borrego: «Si decido casarme con Teresa, nadie debe meterse».
A nadie se le escapa que las palabras Edmundo Arrocet son una contundente contestación a unas declaraciones de Borrego, en las que opinaba con meridiana claridad y rotundidad que no veía conveniente una boda entre su madre y Bigote: «No soy partidaria de una boda, para qué voy a mentir».
Lejos de evitar una guerra pública, el artista chileno han lanzado un mensaje que es todo un desafío no solo para Carmen Borrego sino también para Terelu:
«Estamos bien así, pero si Teresita quiere que nos casemos se hará lo que ella diga. Igual que los padres no prohibimos que los hijos se casen, estos tampoco pueden hacerlo con nosotros».
Según apuntan a Periodista Digital fuentes próximas a las Campos, estas palabras han indignado a las dos hermanas y a su madre, María Teresa, tampoco le ha sentado nada bien lo proclamado en público por su pareja. El disgusto es mayúsculo y Teresa Campos no va a permitir más escándalos. Apuntan a que estas declaraciones (esté o no de acuerdo) han indignado a Teresa por el hecho de hacer públicas las desavenencias con sus hijas.