La revista Vogue puede presumir de portada del mes de noviembre. La versión internacional de la publicación ha elegido como protagonista a la cantante Rihanna.
La también empresaria y actriz ha desvelado todos los detalles de su próximo disco, que está «casi terminado», aunque todavía se desconoce la fecha de lanzamiento:
“Me gusta entenderlo como un disco inspirado en el reggae o con ecos de reggae. No va a ser el típico disco de lo que conoces como reggae. Pero sí notarás que hay elementos propios en todas las canciones. El reggae siempre me ha gustado. No importa lo lejos o apartada que esté de esa cultura, es el entorno en el que crecí y nunca se ha ido. Incluso aunque he explorado otros géneros musicales, era el momento de volver a algo en lo que no me había asentado en un disco entero”.
Conforme avanza la entrevista, admite que, tal y como las ‘malas lenguas’ rumoreaban, rehusó actuar en la Super Bowl. Aunque el ‘eventazo’ que se organiza para disfrutar del partido final del campeonato de la National Football League supone detentar unos niveles de audiencia estratosféricos, también tiene un matiz político. Un matiz con el que Rihanna no está de acuerdo:
“No me habría atrevido a ir. ¿Para qué? ¿Quién se habría beneficiado? No mi gente. No podía venderme. Hay cosas en esa organización con las que no estoy de acuerdo, y no iba a ir allí a servirlos de ninguna manera”.
Rihanna ha rechazado un contrato millonario en solidaridad con Colin Kaepernick (activista por los Derechos Humanos contra la Segregación Racial) y en oposición la a campaña de acoso y derribo que la NFL ha hecho contra el jugador americano que ‘faltó el respeto’ al gobierno de Trump al hincar la rodilla en el césped del campo en el momento en que sonaba el himno nacional antes del tiempo de partido.
Esta expresión contra el racismo y los abusos policiales le convirtió en protagonista de una de las últimas campañas de Nike. A pesar de ello, la NFL le dio la espalda y elaboró un estatuto a partir del cual quien se atreviera a hacer algo similar, sería inhabilitado, tal y como le ocurrio a él. Colin ya no puede ejercer como futbolista.