Cobran a manos llenas de las cuantiosas y millonarias subvenciones públicas que reciben del español Ministerio de Cultura y otras instituciones y organismos oficiales (porque si tuviesen que vivir de la recaudación de las taquillas se morirían de hambre), residen, ganan y trabajan en Madrid… pero cuando llega el momento de poder arremeter contra España y contra los españoles, no pierden la ocasión.
Es el caso, por ejemplo, de tres actores (y presentadores), Santiago Millán (ahora haciendo el ‘bobo’ en Telecinco), José Corbacho o, la salsa en todos los platos, Carlos Bardem.
Millán se jacta de ser amigo personal de Raüll Romeva, político y ‘ministro de Exteriores’ a quien visitó en la prisión de Lledoners y, tras la sentencia del Supremo, escribía en su Twitter con una foto negra:
“13…12…11…10…9……..No es una cuenta atrás, es un ajuste de cuentas”.
Corbacho, también director muy subvencionado por todos los españoles, decía tras conocerse la resolución judicial: “Muchos días tristes llevamos ya y muchos otros vendrán. Hoy es uno de esos días. La tristeza es algo individual. Puedes sentirla o no. Yo hoy la siento. Y no pienso como ellos. Ni los conozco personalmente».
Y añadía: “Me siento triste. Por ellos, por sus familias y por sus amigos. Y lo peor de todo, es que las cosas no van a mejorar con esta decisión. Al contrario. Habrá quien se alegre por todo esto, allá ellos. Sus sinrazones tendrán. Yo hoy me siento triste y no me apetece ni reflexionar ni contar hasta diez para callarme y no compartir esta tristeza. Em dol i em sap greu. Quina merda”.
Traducido al castellano esta última frase del (poco) gracioso Corbacho:
«Me duele y me sabe mal. Qué mierda».
El hermano mayor de Javier Bardem, Carlos, escupía en su Twitter “La sentencia al procés evidencia que el franquismo dejó atado y bien atado el asunto judicial. Penoso. Peligroso”.
Daniel Guzmán, otro actor y director paniguado (y muy malo en su doble faceta profesional) escribía en su Twitter tras resultar condenados los sediciosos golpistas del procés: «Junqueras: 13 años, Forcadell: 11, 5 años, Sànchez: 9 años, Cuixart: 9 años, Romeva: 12 años, Turull: 12 añosm Bassa: 12 años, Forn: 10 años y seis meses, Rull:10 años y seis meses, Vila, Mundó y Borràs: un año. Y, ¿queréis que no pase nada? ¿Puede haber gente que esté contenta con esto?”.
Justicia, se llama Justicia, señor Guzmán.